Celuloide: Apolo 10½. Una infancia espacial

Por Jesús Ricardo Félix
Existe una leyenda urbana o una teoría de complot que nos asegura que los Estados Unidos de América no podían permitirse quedar rezagados en la carrera espacial contra su principal adversario la extinta Unión Soviética. Para ello recurrieron a uno de los máximos exponentes dentro de la magia del cine: Stanley Kubrick. Como en una historia de ciencia ficción se dice que el director neoyorquino colaboró con la NASA filmando los exitosos alunizajes. De tal manera que cuando vemos a Neil Armstrong dar brinquitos de canguro se supone estamos viendo un estudio de televisión con una banderita gringa ondeando en la luna. Lo cierto es que al describir dichas teorías nos adentramos dentro del terreno de las teorías conspirativas. Dichas teorías parten del supuesto que el gobierno oculta cosas: extraterrestres, naves espaciales y alunizajes ficticios. Realidad o ficción el tema es que la década de los sesentas estuvo caracterizada por la magia de las revoluciones, movimientos sociales como el de los hippies, la segregación racial, el voto femenino por mencionar algunos. Es por eso que en este fin de semana hablaremos sobre Apolo 10½. Una infancia espacial.

Apolo 10½ es una película norteamericana de ciencia ficción escrita y dirigida por Richard Linklater. El texano Linklater es uno de los mejores cineastas de la época para captar las nostalgias, entre algunas de sus películas más reconocidas se cuentan: Dazed and Confused (1993), Waking Life (2002), Escuela de rock (2003) y Boyhood (2014). Aparte de los dilemas existencialistas que le caracterizan usualmente vemos como sus personajes van atravesado de una etapa infantil o adolescente hasta otra de juventud adulta. El filme de Apolo se puede considerar como de nostalgia pura, aparte de un proyecto personal ya que está ubicada en el estado de Texas, de donde el realizador es originario. Por si fuera poco la historia se remonta a ala década de los sesentas durante los años de infancia del autor.

La producción está protagonizada por Glen Powell, Jack Black, Zachary Levi entre otros. Tal vez no sean tan fácil de reconocer a los actores ya que el director utiliza una técnica de animación de rotoscopia similar a que se usó en el viaje visual Waking Life. Dicha técnica implica trabajar con actores reales y después ubicarlos en el mundo de la animación.

El cineasta nos describe la llegada del hombre a la luna a través de los ojos de la infancia. Stanley es el personaje que a través de la imaginación y un poco las mentiras nos va narrando pedazos de memoria a su particular manera. Describe la relación con su padre, sus hermanos, la familia en general. Para que el Apolo esté listo para partir necesitan probarlo en alguien más pequeño, alguien de la complexión física de Stan, por lo tanto nuestro narrador se visualiza como protagonista dentro de la carrera. Es una película que nos remonta a nuestros propios sueños de infancia, ¿Quién no imaginaba ser parte de un mundial de futbol? O ¿De una serie mundial? O dentro de una nave espacial como es el caso de Stan. Al crecer el personaje va dejando de lado sus sueños para enfrentar la realidad.

Definitivamente recomendable, Richard Linklater es un director de nostalgia pura pero no solo por la carrera espacial sino la música que utiliza, es también el cine de la época donde se describe una escena de Kubrick, las series de televisión de la época, Vietnam, los movimientos sociales, la era nuclear, el racismo. Todos esos ingredientes son utilizados por el narrador para dar forma a una de las mejores animaciones del año.