Por mi madre, norteños: Cuando Biden encontró a López
Por Los Tres
Escena 0 (un androide -C-3PO- camina a la mitad del escenario iluminado por una luz): “En el libro futurista, cómico, mágico y musical Douglas Adams profetizo que en una galaxia muy muy lejana el presidente sería una figura distractora, una suerte de payaso que le permitiría a los poderes reales gobernar sin distracciones…”
(Se cierra el telón, y una pequeña pantalla aparece encendida)
Escena 1 (Un presidente del imperio que su bandera se compone de barras y estrellas porta un dobro y con un ritmo country canta):
“Es verdad que la costumbre es más fuerte que el amor”
Los expertos en música norteamericana sugieren que esta frase puede interpretarse con una sutil referencia de satisfacción por el nada sutil intervencionismo de un presidente humanista en los asuntos soberanos de Perú.
Escena 2 (El mentado presidente humanista se viste su traje modelo “Pedro malo” y guitarra en mano y acompañado del mariachi “Las corcholatas de oro” responde en un tono dos octavas más altas que su contrincante, ¡no faltaba más!):
“Come mothers and fathers throughout the land don’t criticize what you can’t understand”
En una conferencia mañanera con una duración mínima de tres horas, el presidente humanista explicó que Bob Dylan sirve para ganar premios Nobel, pero también para denunciar que el “populista” ocupante de la casa blanca no sabe hablar inglés. ¿La prueba? Saludó a su invitado ucraniano con un “Welcome to America!”, o en otras palabras, retomando la frase final de la estrofa de Dylan: no te metas en lo que no entiendes (o sea Perú) – ¡yo no encuentro fallas en su lógica!
Escena 3 (El presidente del imperio intergaláctico de las barras y las estrellas realiza un cambio de vestuario, ahora enfundado en su traje del famoso diseñador italiano: dillo a qualcuno a cui importa (díselo a alguien que le importe) responde con su perfecta dentadura; que por cierto cada día le queda más grande:
“Pero qué necesidad ¿Para qué tanto problema?”
Es que el presidente del imperio ya sólo baila las calmadas, y no tiene tiempo para los tangos con países sin armas nucleares o que sus economías son, una especie de patio trasero de sus intereses.
Escena 4 (El presidente humanista, está en una cama, con lo que parece ser un pequeño baby- doll, una rosa entre los labios nos dificulta entender sus palabras, pero en medio de suspiros de pasión logramos entender una frase de una canción de U2…):
“You say you want diamonds on a ring of gold”
El presidente humanista después de todo es un “amlover” y una cosa es gritar al neoliberalismo y a los vicios, y otra cosa muy distinta abandonar el NAFTA y la cerveza helada… (Y eso que no ha probado un buen bacanorita. ¡Ajúa!)
Escena 5 (En el balcón aparece el Secretario de gobierno de EUA, Antony Blinken, vestido con los trajes de la obra “Romeo y Julieta”, – usted decida qué personaje era de estos dos, – reiterando su agradecimiento por el “regalito” que le dieron a Biden unos días antes de su llegada):
“¿Cómo te puedo pagar todo lo que haces por mí?”
Escena 6 (El mandatario humanista, tal cual bruto, ciego, sordomudo, torpe, traste y testarudo, debe elegir entre el presidente del imperio y el príncipe Encantador… Se decide, obviamente, por el imperialismo, pues está más cerca de dios). A lo lejos, se escucha el tarareo de un triste y por demás despechado Encantador:
“Cambiaste un Rolex por un Casio”
Escena 7 (El presidente del imperio y el mandatario humanista terminan su llamada, cada uno tratando de recordar las razones de por qué querían ser presidentes en primer lugar. La toma se abre y un control remoto apaga el televisor. La mano pertenece a Vladimir Putin quien en inglés escupe una canción de Dua Lipa:
“Don’t pick up the pone you know he’s only calling because he’s drunk and alone”
Traducido al español y en resumen quiere decir: no le hagas caso, anda bien pedo.