Tuercas y tornillos: ¿Puede existir un mundo sin religiones?

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Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
Este año el canal HBO estrenó la serie Criado por lobos (Raised by Wolves) dirigida por Ridley Scott. El argumento central es la llegada a un nuevo planeta de un grupo de sobrevivientes a la destrucción de la tierra. Uno de estos grupos de migrantes estelares es liderado por dos androides, quienes buscan criar desde bebes al grupo de los ateos, quienes tuvieron una guerra total con los creyentes de Mitra. Esta iglesia que adora al sol es, por cierto, una religión que Scott extrajo de las historias de Conan el bárbaro, creado por Robert E. Howard.

No es mi intención analizar la serie, para esto esperaré impaciente a nuestro querido Ricardo Félix y su columna “Celuloide”. A mi me interesa discutir otra cosa. Detrás de la nueva distopía creada por Ridley Scott, se analiza una vieja pregunta sociológica: ¿Es posible una sociedad sin religiones? De contestarse esto positivamente, ¿Las religiones ateas son más pacíficas que las sociedades religiosas?

Primero digamos que dentro de la sociología el tema de la religión ha sido analizado desde la fundación de esa ciencia. Desde estos primeros intentos por explicar el papel que la religión cumple en las sociedades, han existido distintas posturas, aunque entre ellas son muy contrastantes, todas me parece que ilustran distintos aspectos o papeles que la religión ha jugado (y juega) en las sociedades.

Por una parte, tenemos el trabajo de Durkheim, para este autor la religión representaba un papel central en las sociedades al menos en dos sentidos. Primero, porque la religión proporcionaba los símbolos y rituales que permitían a los individuos identificarse e integrarse con un grupo social. Esta unión de los sujetos al grupo, llamada en sociología integración, es fundamental para que las personas estén dispuestas a la sobrevivencia del grupo y su desarrollo. La religión permitía a los grupos diferenciarse de los demás, estableciendo límites entre los que compartían un tótem o conjunto de creencias con los que no lo hacían. Esta característica de diferenciación es, en gran parte, uno de los elementos que critica Ridley Scott respecto a las creencias religiosas; a lo largo de la historia mundial, distintas religiones han usado esta diferenciación entre los creyentes e impíos para justificar guerras, invasiones e incluso genocidios completos de poblaciones.

Otra postura muy extendida, muy extendida entre ciertos grupos, es la que considera a las religiones como un mecanismo de control social utilizado por elites políticas, militares, religiosas o económicas para mantener una estructura social, donde los grupos que se encuentran en la peor situación, terminan aceptando su posición y siguiendo fielmente su destino. En la serie de Raised by Wolves, vemos como el supremo sacerdote de Mitra, es llevado en una silla, cargada en hombros por los pocos sobrevivientes a la destrucción de la su nave espacial; aún en la búsqueda más desesperada por la sobrevivencia de la especia humana, el director nos quiere mostrar como las jerarquías religiosas son tan poderosas en la mente de sus practicantes que continúan realizando prácticas absurdas como utilizar la fuerza de las pocas personas en cargar en una silla a su líder religioso.

No obstante, la serie no es una oda contra todo lo que tenga que ver con las creencias. Esta producción, funciona como una (mejor) segunda parte de “Blade Runner” o de “Alien, el octavo pasajero” del mismo director. En esta ocasión, Scott analiza distintas manifestaciones religiosas de las personas, pero también de las maquinas frente a su origen y mortalidad; un androide experimenta sentimientos espirituales relacionados a su creador. Esto es una forma magistral del director de mostrarnos la transformación de una parte importante de la población de las sociedades contemporáneas: hemos pasado de la época de las religiones a la espiritualidad.

La espiritualidad, a diferencia de las religiones, es una búsqueda individual por la autorrealización, relacionada con nuestras necesidades de explicar nuestra presencia en este mundo, origen y nuestra muerta. La espiritualidad moderna se caracteriza por una apertura a distintas creencias y prácticas, aunque algunas de ellas sean contradictorias en su origen. Esto no significa que las religiones estén desapareciendo, lo que ha sucedido es que han cambiado su lugar en las sociedades pasando de ser ejes centrales en la vida y actividad de las personas para convertirse en una especie de “commodities” en distintos momentos de su vida. En conclusión, lo que Ridley Scott nos confirma es que los humanos necesitamos desesperadamente darnos una explicación sobre nuestras propias vidas. Esta búsqueda se ha convertido cada vez mas en una empresa individual y por ello, mas angustiante porque nunca sabremos en los hechos, si hemos tomado los caminos correctos. La importancia de entender la fe es una de las conclusiones de esta serie, aunque hablemos de androides o de humanos.

Separador - La Chicharra

MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.

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