La visión más allá de “El Jeremías”

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Por: Jesús M. Corona M.
Jesus_M_Corona_MDesde que se empezó a hablar de su filmación en esta ciudad, “El Jeremías” despertó mi atención y curiosidad; fue mucha la alharaca que se hizo de esta cinta cuando se dieron a conocer los preparativos, trámite de permiso, búsqueda de locaciones, casting, etc.

Con la convocatoria pública lanzada para encontrar a un niño sonorense que se requería para estelarizar la película en el papel de Jeremías, mucha gente se entusiasmó y llevó a sus hijos a hacer pruebas para ello y, finalmente, el seleccionado resultó ser Martín Castro, un niño muy despierto, poseedor de un talento innato para la actuación y con una desenvoltura poco común en nuestros chamacos de esa edad, ya que se comunica con facilidad y en forma natural.

Martín Castro, "El Jeremías"

El tema principal de la historia gira alrededor de los niños superdotados que nacen con un coeficiente intelectual (CI) superior al promedio general y que no reciben la formación y educación especial requerida, porque ni en su propia familia, ni  tampoco los profesores, cuando empiezan a ir a a la escuela, los entienden; las conjeturas que se hacen al respecto, equivocadamente conducen a tratarlos como niños con déficit de atención o autistas, debido a que ni sus padres , ni sus maestros están preparados para encausar ese potencial creativo que muestran desde temprana edad esos pequeños genios en forma espontánea y sin poses.

Desafortunadamente, muchos de esos talentos se pierden y son pocos los que logran sobresalir en su etapa de vida productiva, por falta del diagnóstico adecuado de su capacidad mental y, en consecuencia, está la nula asesoría y el poco apoyo de los responsables de su formación escolar, incapaces de hacerlo al no contar con las herramientas técnicas profesionales requeridas para esos casos.

Los resultados del trabajo sobresaliente de nuestro pequeño paisano ya los conocemos, con la actuación propia de alguien con muchas tablas y que envidiarían muchos con más trayectoria, le valió ser distinguido con un Ariel como Revelación Masculina por su interpretación de Jeremías y nos llenó de orgullo porque, gracias a él, voltearon a vernos no sólo de México, sino de otros países, como quien dice, puso a Hermosillo en el mapa y posiblemente será el detonante para nuevas producciones fílmicas en el estado.

“Sonora, el lugar donde termina la cultura y empieza la carne asada”

Mención aparte, lo que a mí en lo personal no me gustó es el retrato que hacen de su entorno familiar, que se supone es una típica familia sonorense, debido a que nos muestran a unos padres, tía, sobrino y abuela sobrados de ignorancia con un lenguaje muy burdo y corriente para expresarse, que nos proyecta nacional e internacionalmente, de acuerdo con la famosa expresión que se le atribuye al maestro Vasconcelos: “Sonora, el lugar donde termina la cultura y empieza la carne asada”. Cierto o no, desde entonces a los estados norteños nos endilgan el San Benito de “bárbaros del norte”. Para completar el cuadro, en la modesta casa de Jeremías presentan sentados a la mesa de cocina varias veces y en primer plano aparecen botes –y de los grandes- de cerveza y grandes botellas de Coca-Cola que manda el mensaje que esto es práctica común en Sonora.

Foto: livmagazine.com.mx
Foto: livmagazine.com.mx

En lo referente a los encuadres de la cinta, en casi todo el filme persisten tomas cerradas que no requerían locaciones especiales, se podían haber filmado en cualquier barrio de la Ciudad de México, o cualquier pueblo del centro de la república; de no haberse mencionado a Hermosillo, no se hubiera podido identificar en donde estaban.

Y esto lo digo porque bien se podría haber aprovechado para hacer sobresalir las bellezas arquitectónicas de la Ciudad del Sol. Quizás, autoridades como Turismo, Economía, Sagarpa no supieron aprovechar la oportunidad para promocionar a nuestro estado, mostrando la pujanza de sus sectores productivos (agricultura, ganadería, minería, industria), centros culturales, deportivos, desarrollos turísticos, y demás, y al mismo tiempo apoyar al cine mexicano, y más aún, sonorense.

Foto: holaciudad.com
Foto: holaciudad.com

Por ejemplo, en una escena en la que muestran un aula de la escuela de Medicina, bien se podía haber proyectado una imagen majestuosa de  nuestra máxima casa de estudios. Y no sé si fue intencional o no por parte del director o de los productores, pero Hermosillo hubiera brillado en “El Jeremías”.

Se habla con insistencia de impulsar a nuestro estado para atraer a productores de cine aprovechando la gran variedad de paisajes que tenemos: mar, desierto, montaña, vegetación, y no lo hacen, no quisieron o no pudieron… Otra vez será.

Foto: elespecial.com
Foto: elespecial.com

 

 

* L.A.E. Jesús Manuel Corona Martínez. Colaborador


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