Celuloide: Un chico malo






Por Jesús Ricardo Félix
El filósofo Jean-Jacques Rousseau pensaba que el hombre era originalmente bueno por naturaleza, pero que su interacción en sociedad lo corrompía. Una sociedad donde los individuos viven armónicamente satisfaciendo sus necesidades básicas hasta que la civilización misma impulsa su avaricia y ambición. Para pensadores menos optimistas como Thomas Hobbes, el hombre es el lobo del hombre, es decir los individuos están motivados por el egoísmo y autosatisfacción, lo que los lleva a una especie de competencia de todos contra todos. Dentro del terreno de la psicología autores como Sigmund Freud, pensaban que en el hombre luchaban dos fuerzas instintivas que moldean su comportamiento. Por un lado, los impulsos de muerte bautizado con el nombre de Thanatos, de ahí se desprenden conductas que llevan a la autodestrucción como el fumar, beber, etcétera. Por otro lado, los impulsos que empujan hacia la vida se enlistan bajo el nombre de Eros, el amor, el sexo, etcétera. El humanista Erich Fromm, analizaba como las fuerzas sociales y culturales pueden influir en el desarrollo de la maldad humana. En suma no hay una respuesta definitiva para la pregunta del origen de la maldad, es más acertado decir que el ser humano está capacitado para ambos, es por eso que en esta semana analizaremos la serie: Bad boy.
Un chico malo, por su nombre en español es una serie Israelí del 2023, creada por Ron Leshem, Daniel Chen y Hagar Ben-Asher quien además participa como director. Un adolescente problemático llamado Dean, es enviado al reformatorio juvenil por recomendación de su propia madre, quien no sabe qué hacer con él. Hay constantes saltos temporales que ubican a Dean adolescente con su yo adulto como un comediante de stand up. La producción está basada en la experiencia personal de uno de los creadores de la serie: Daniel Chen, quien además interpreta al Dean adulto. La historia va dando brincos temporales entre el pasado y el presente del personaje, que va convirtiendo las experiencias traumáticas en ideas para su monólogo cómico. La verdad que el sentido del humor que maneja el personaje es difícil de asimilar, no estoy seguro si es porque no estamos muy empapados de la cultura hebrea, o simplemente porque los chistes no terminan por cuajar.
Uno de los aciertos de la serie es la manera honesta con la que pretende retratar la vida dentro del reclusorio juvenil, Dean trata de encontrar respuestas a su crisis de identidad, conoce a otros internos que le demuestran que ahí se relacionan en base a la ley del más fuerte. Nunca sabemos dónde se ubica el padre y si somos testigos de su relación amor-odio con la madre, que parece tan confundida como él. Dean encuentra algunas figuras maternas que le ayudan a tratar de enderezar su camino, como son la directora del reclusorio y la maestra de teatro. A través del teatro Dean descubre su talento para narrar historias, a la vez que sabe cómo hacer reír a su audiencia. Dean encuentra a personajes más atormentados que él, como el temido Zion Zoro.
La serie de Un chico malo es definitivamente recomendable, las actuaciones de Guy Menaster como el Dean adolescente es de lo mejor en la serie, otro acierto es la relación del personaje principal con el extraño Zion Zoro, que en ocasiones pareciera rebasar los límites de la amistad. Lo que no funciona del todo bien son los constantes flashbacks del yo adulto de Dean, dando un show cómico donde describe parte de la historia, estas capsulas, en mi opinión, rompen el ritmo dramático, dificultando que se mantenga la tensión y la atención. ¿A ustedes que les pareció?





