Celuloide: ¡Que viva México!

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Por Jesús Ricardo Félix
Jesús Ricardo FélixEl reconocido director ruso Serguéi Eisenstein trabajo en un proyecto titulado ¡Que viva México!, una película que buscaba retratar la cultura y política desde el México prehispánico hasta el periodo revolucionario. La obra no se pudo concluir por lo que se archivó en los anaqueles de la historia del cine. Casi llegamos a mitad del año y nos encontramos con ¡Que viva México!, una película mexicana del 2023 dirigida por el realizador Luis Estrada. Cuando hablamos de la trayectoria de Estrada recordamos películas como La ley de Herodes, El infierno, La dictadura perfecta, etcétera. Películas de gran calidad que, con más virtudes que defectos, ponen el dedo en la llaga de las entrañas de la política y sociedad mexicana actual.

Pancho es un joven ejecutivo que ha ido escalando en los más altos niveles del escalafón social. Por azares del destino se ve obligado a viajar a su pequeño pueblo en el norte de México. La muerte de su abuelo ha desatado un pleito familiar para saber quién se queda con la herencia, sin saber si lo que se hereda son reliquias o lingotes de oro los personajes van revelando su identidad a medida que avanza el largometraje.

Antes que nada debo reconocer que al escuchar hablar del proyecto de Luis Estrada mis expectativas eran bastante altas. Conociendo el espíritu crítico del director pensé que no se dejaría títere con cabeza y desmenuzaría algunos de los pecados de la cuarta transformación. El nivel técnico de la producción se evidencia desde la primera toma, pero se consolida al remontarnos al realismo mágico italiano con esas fotografías al aire libre como en la comida familiar. Otra de las primeras impresiones fue la de pensar a Estrada como a un realizador extranjero que describe a México con colores sepia, mariachi, tequila y gente que se transporta en burro. Trataré de aclarar mi punto de vista al describir a algunos de los personajes. De antemano reconozco que hay muy buenos actores involucrados en la producción.

Alfonso Herrera es Pancho Reyes el personaje que el director utiliza para retratar al mexicano individualista que describe AMLO en las mañaneras. Un nuevo rico (intento de rico) que busca aparentar o sobre llevar un nivel de vida alto aunque sea en base a deudas y créditos bancarios.

El patrón es una caricatura de lo que se considera un empresario exitoso. Ni si quiera Salinas Pliego consigue ser tan ególatra, machista y villanesco como este personaje tan nefasto como una Cruella de Vil. Promueve recortes a diestra y siniestra, se quiere ligar a la secretaria, y ríe como el villano de un cuento de hadas mientras se fuma un puro.

Ana de la Reguera es Mari, el perfil de una mujer arribista que pretende escalar la esfera más alta de la sociedad sin importar los medios para llegar a sus fines.

Damián Alcázar interpreta a tres personajes: Rosendo, el patriarca de la familia. Un machista, vividor que busca hacerse rico de la noche a la mañana. Es el personaje que invita a Pancho a regresar a su terruño. Rufino el presidente del pueblo, un político estilo Ley de Herodes que se ha subido al barco de la 4ta transformación. A través del personaje del sacerdote se insinúan rasgos de pedofilia que han perseguido a algunos miembros de la iglesia católica.

Joaquín Cosío como Rosendito, Reginito y el abuelo. Uno de los actores más desaprovechados que no consigue sobresalir con los personajes estereotipados que interpreta. Tal vez Reginito nos recuerda a algún policía de pueblo patrullando por las calles.

Cuauhtli Jiménez personifica a Jacinta. A través de él se aborda el tema de la homosexualidad de manera muy primitiva. ¿Se supone que el personaje de Jacinta nos debe hacer reír? Si la intención era cumplir con un requisito de inclusión no se debió estereotipar al personaje. Si la intención era hacer reír no debió caer en lo vulgar.

Otra pregunta ¿Porque las mujeres en el filme aparecen embarazadas, prostitutas, o convenencieras? Creo que mi problema con la película de Estrada, es que recurre de manera tan frecuente a los estereotipos que desaprovecha los recursos con los que cuenta. Eres un buen director, cuentas con buenos actores, una envidiable producción y aun así no logras filmar una buena película. Me da la impresión que la debilidad se origina en el mismo guion.

Podríamos dar pie a un sin número de lecturas e interpretaciones que si se busca retratar la ambición (el arribismo) de los personajes donde nos vemos retratados todos, que si los amados pobres se conforman con tequila, mariachi y placeres. (Pero a la vez son como zánganos que viven de los fifís porque no les gusta trabajar) Que independientemente de que nos gobierne Gandhi o Mandela la población está podrida desde la raíz. Los sueños de Pancho son un recurso que no termina por encajar, se repiten escenas sin mucho sentido para alargar una historia que puedo ser contada en hora y media. Está el mensaje sobre la minería y como los recursos naturales son subastados a las empresas extranjeras. Al final creo que vale la pena verla por la calidad de Luis Estrada,  aunque está muy lejos de ser su mejor filme, se queda bastante corta en la crítica y pasa de retratar la sociedad mexicana a caricaturizarla. Intenta aprovechar la división de los fifís y el pueblo sabio para tratar de hacer reír con un humor muy básico lleno de estereotipos.

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