lunes, abril 22, 2024
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Celuloide: El rey del barrio

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Por Jesús Ricardo Félix
Jesús Ricardo FélixEn su película Medianoche en París, Woody Allen trata de convencernos que idealizamos el pasado cuando pretendemos negar el presente. Algunos reconocen este fenómeno como el síndrome de la edad dorada, esto se puede definir como la idea errónea de que aquello que vivieron nuestros antepasados había sido mejor. Si pensamos un poco no tardaremos en coincidir que en algunos casos el pasado ¡si fue mejor! Y si no recuerdan que en México se vivió la conocida época del cine de oro pues con más razón. Recuerdo que dos universitarias Irlandesas nos hablaron de algunas películas del cine de oro, al cuestionarlas de cómo habían accedido al material afirmaron que cursaban una clase exclusiva de aquella época. No sé si en alguna universidad mexicana ocurre eso pero me llamó la atención que del otro lado del mundo el periodo que les interese estudiar de nuestro país sea el del siglo pasado.

Hay muchas películas del mencionado periodo que han aumentado su valor con el paso del tiempo, recuerdo que en los ochentas en la programación regular de Televisa a diario se transmitía una película a blanco y negro que atrapaba al público de todas las edades. Algunos de los nombres de los cómicos que por ahí desfilaban eran: Cantinflas, Adalberto Martínez “Resortes”, Clavillazo, Joaquín Pardave, Manolín y Shilinsky, Eulalio González “Piporro”, etcétera. Pero uno de los que destacaba o que incluso se ubicaba a la altura de Mario Moreno Cantinflas es don Germán Valdés Tin Tan. En la comedia mexicana actual piensan que por vestirse de mujer y hablar un poco afeminado ya son graciosos o que por colocarse un chícharo en la oreja para que los escritores les dicten albures es supuestamente divertido.

Lo que tenían Tin Tan, Cantinflas y el resto de cómicos de la época aparte de talento era mucho recorrido y entrenamiento en el llamado teatro carpa. Un tipo de teatro ambulante muy popular en el país a inicios del siglo XX hasta fines de la década de los sesentas. Ahí los actores presentaban un acto donde muchas ocasiones debían improvisar, cantar, bailar, hacer reír. Es por eso que en este mes de la patria hablaremos de una de las mejores películas de Germán Valdés Tin Tan: El Rey del barrio.

El rey del barrio se estrenó en 1950 y fue dirigida por uno de los mejores cómplices de Tin Tan detrás de las cámaras: Gilberto Martínez Solares. Tin Tan venía acompañado de todo un grupo de actores que aparecían de manera recurrente en muchas de sus películas: el inolvidable carnal Marcelo, Tun Tun, Don Ramón Valdés, Wolf Ruvinskis y la Vitola. En El rey del barrio, Tin Tan es líder de una banda de maleantes, pero a la vez juega un poco el papel de Robin Hood. Se ha rumorado por ahí que hay influencia de su personaje está basada en la historia del bandolero Chucho el roto. Rey está enamorado de Carmelita, papel interpretado por la sonorense Silvia Pinal.

Parte del modus operandi de la banda es caracterizarse de diferentes personajes, tal como lo hacía Chucho el roto, para tratar de estafar a mujeres millonarias. Es ahí donde el cómico mexicano hace gala de su capacidad histriónica para interpretar personajes como el cantante español: el niño de pecho. Definitivamente recomendable, en la escena del juego de billar podrían utilizarla como clase de teatro para las escuelas. Entra Tin Tan al lugar donde sus secuaces habían estado cuchicheando pero el jefe ha escuchado todo lo que dicen. Desde el momento que entra, la mayor parte de los actores interactúa con él, Tin Tan reacciona casi como felino ante los diálogos y acciones de sus colegas.

El pachuco de oro también incursiono en el doblaje prestando su voz al oso Balú. Algunas de las películas que yo más le recuerdo son: La marca del zorrillo, El Ceniciento, El Bello Durmiente donde la hace de cavernícola, Dos fantasmas y una muchacha, donde aparece el Loco Valdés. Por mi parte disfrute más de Tin Tan que de Cantinflas, no se puede negar que hay debate por determinar quién es el mejor, en mi opinión hay que disfrutar del trabajo de ambos cómicos mexicanos que siguen vigentes hasta nuestros días.

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Un comentario en "Celuloide: El rey del barrio"

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