Tuercas y tornillos: La clase media contra las momias de Guanajuato

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
Un fantasma recorre las conferencias matutinas del presidente de México, las clases medias. Este grupo representa un salto cualitativo en la construcción política de los rivales-enemigos de la “cuarta transformación”; pasando de un pequeño grupo de políticos, intelectuales, investigadores, feministas y miembros de la sociedad civil para abarcar ahora a un sector que representa entre el 40 y 45% de la población total del país. Desde un punto de vista sociológico este es un paso lógico para un movimiento social (si, un movimiento social) como es el partido Morena; las acciones colectivas de este tipo requieren una creciente escalada en sus objetivos de lucha, o en este caso de sus rivales, para continuar justificando la necesidad de su existencia. La persecución de unos cuantos políticos o funcionarios mostró, en las recientes elecciones, ya no ser suficiente motivo para atraer la votación masiva, por ello, era necesario crear a un nuevo y más grande contrincante, esta vez, uno más ubicuo y al mismo tiempo, que compartiera la misma veta de “maldad” que ha constituido el eje de la movilización social del Obradorismo; la lucha contra la corrupción, en este caso moral. El individualismo, el aspiracionismo y el deseo por acumular más allá de lo indispensable.

Independiente de la motivación ideológica que podría explicar por qué el presidente dedica, desde hace dos semanas, una parte de su tiempo cotidiano para hablar de las clases medias. El mandatario hizo una reflexión importante: ¿Es posible construir otro tipo de clases medias? Una primera respuesta podría ser expresada afirmativamente por uno de los agentes sociales capaces de ello: los estados modernos. Como lo demostró el trabajo de Norbert Elias, El proceso de la civilización, los estados son capaces de transformar todo tipo de comportamientos de su población: desde aquellos relacionados con sus hábitos de limpieza, pasando por los modales durante la comida hasta aquellos que tienen que ver con la manera en que las personas resuelven sus diferencias, pasando de la violencia como el principal método, a la existencia de un conjunto de instituciones y leyes dedicadas a ello. En este sentido, la construcción de un mayor sentimiento de mutua obligación entre los miembros de una comunidad no es una tarea imposible, sino uno de los objetivos que los estados pueden lograr.

No obstante, como explicamos en una reflexión previa, el tema es que el presidente parece interesado en construir una única clase media que comparta las características que él considerada que son las más deseables, varias de ellas parecidas a una especie de cristianismo primitivo o idealizado. La homogeneidad de creencias, ideas y comportamientos es un tema cuestionable en las sociedades modernas, particularmente en las democracias y dentro de ellas, en sus clases medias. El extraordinario libro de Agustín Yañez, Al filo del agua, no sólo es una de las mejores novelas de la revolución mexicana, sino que también constituye un análisis sociológico de las pequeñas poblaciones mexicanas donde toda la población era controlada por la moral y las reglas de comportamiento de la iglesia católica. El resultado, es un pueblo sin vida, triste y decadente, donde los jóvenes enfrentan la histeria, la locura o el destierro como la única forma de salir del opresivo ambiente.

Las clases medias mexicanas tiene, sin duda, diversos comportamientos, creencias y valores que es necesario cambiar como un creciente egoísmo individualista, el sostener una forma de racismo por color de piel, su falta de ideología que se refugia en la corrección dispuesta a condenar cualquier incorreción y un consumismo aspiracional. Pero también guarda cualidades fundamentales, una búsqueda permanente por mejorar su situación, una capacidad de trabajo notable, inventiva y emprendimiento, una visión crítica y propia frente a discursos populistas o ideológicos, además de la construcción de una consciencia ecológica notable.

Las clases medias requieren un nuevo modelo educativo, donde el respeto al otro, la cooperación, la tolerancia y la diversidad sean piezas fundamentales, pero de ninguna manera constituyen el enemigo del estado, son, por el contrario, la salvación frente a cualquier tipo de visión totalitaria.

Separador - La Chicharra

MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *