Celuloide: Ghost in the Shell

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Por Jesús Ricardo Félix
Jesús Ricardo FélixEl verano ha llegado y los cuarenta y tantos grados de temperatura nos impiden pensar con claridad, buscamos nuevas series o películas para distraernos el fin de semana o para descubrir a nuevos realizadores que lleven al cine a otras dimensiones. Eso depende también del estado de ánimo de la audiencia, hay veces que prefieres buscar entre los clásicos o revisar el menú que ofrece el cine independiente o también buscar el cine más comercial por simple entretenimiento. Es así que encontramos en la portada de la película a una Scarlett Johansson jugando el rol de Trinity de The Matrix, Ava de Ex Machina o una especie de Robocop.

Ghost In The Shell es una película norteamericana del 2017 del género ciberpunk dirigida por Rupert Sanders basada en una manga japonesa de de Masamune Shirow. La mayor Mira Killian es un robot con cerebro humano que juega el rol de líder de un grupo de élite encargado de buscar a algunos de los delincuentes más peligrosos de un Japón distópico. Un supuesto terrorista ha estado atacando a elementos de Hanka Robotic, la empresa líder en cibertecnología, la mayor empieza a experimentar fallas que tienen que ver con emociones y recuerdos del pasado que la conectan con su ser humano y la alejan de su yo cyber. Para sus superiores estos flashbacks representan un obstáculo en su incansable búsqueda del cyberhumano perfecto, una máquina de matar que no se emocione ni cuestione las órdenes de sus patrones. Si quisieramos simplificar la receta será algo como mezcla un poco de Resident Evil agrégale dos cucharadas de The Matrix y un toque de Blade Runner con una pizca de manga eso es Ghost In The Shell.  La película aborda temas interesantes, no por ello originales, mantiene una calidad visual bastante decente con efectos especiales a la vanguardia y con escenas que mantienen tu atención.

A pesar de que recaudo casi los 170 millones de dólares se les cuestiona mucho el haber elegido a Scarlett Johansson en vez de una actriz asiática para el papel, por otro lado hay que pensar que sin la presencia de Scarlett muchos de los que no conocíamos la manga original no hubiéramos visto la película. Además se trata de un simple cascarón, si el alma de la protagonista es japonés, mexicano o coreano da igual porque se ha convertido en un robot casi en su totalidad.

Es una buena película de acción el problema es que los directores están buscando ser el próximo Blade Runner o el próximo The Matrix y creen que ambientando la ciudad bajo la atmósfera de estos clásicos van a lograr empapar a la audiencia con su filosofía con frases superficiales como la del personaje de la doctora: “no importan los recuerdos si no que somos lo que hacemos”. Hay que recordar que son grandes producciones de los estudios por lo que ellos prefieren traicionar la historia con tal de llevarla al gusto de una audiencia masiva que complacer a los fieles seguidores de la manga original. Se dice que es Japón pero se trata de una versión de Japón muy occidental, los personajes asiáticos apenas si tienen un papel que sirve de ambientación para el toque oriental.

La ciencia ficción siempre se ha obsesionado con el tema de los robots llegando a ser capaces de sentir y comportarse como humanos, encontrar el algoritmo que emule al cerebro y entonces a través de las emociones, los recuerdos, las experiencias y aprendizajes tendríamos un cyberhumano artificial apenas distinguible de uno verdadero. Recomiendo la película para los que disfrutan la ciencia ficción, van a recordar Blade Runner, The Matrix, Robocop, el director se preocupo mucho por la estética pero no tanto por el fondo, en el fondo hay bastantes influencias, mucho cliché y poco apego a la versión japonesa.

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