La Policía Energética: Electromovilidad o el futuro en las calles

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Por Ana Sotomayor
Ana SotomayorBienvenidos a esta nueva entrega. Hoy quería platicarles de la electromovilidad o autos eléctricos, pero de todos ellos. No solo los de alta gama, sino también el transporte de pasajeros eléctrico, sus retos, sus beneficios y también sus asegunes.

En cuanto a autos eléctricos, en nuestro país aún no tenemos una oferta lo suficientemente amplia para masificarlos. En su mayoría los autos eléctricos son de alta gama, con precios que comienzan cerca del medio millón de pesos. De hecho Renault tiene una especie de Auto-Moto eléctrica que es para dos pasajeros, que ronda los 300 mil pesos. Pero con estas inversiones consigues moverte en autos cuyo costo por km es bastante menor que los de combustión interna y lo más bello es que mientras circulan no contaminan. Imaginar una ciudad que tuviera solo autos eléctricos es casi como vivir en una película de ciencia ficción de los 80s y 90s.

Las marcas disponibles en México son JAC, Nissan, Renault con su versión diminuta, Chevrolet, Audi, BMW, Porsche y por supuesto Tesla. También tenemos un auto eléctrico 100% mexicano, el Zacua que tiene una propuesta interesante de auto de dos plazas.

Lo complicado de estos autos es todavía el tiempo de carga, ya que estamos acostumbrados a tomarnos apenas unos minutos para llenarlo de gasolina, y tener un auto eléctrico implica dedicar varias horas de carga para poder utilizarlo. Por ahora Tesla es el único que tiene una versión de supercargador que, según usuarios, puede alcanzar el 100% en poco más de media hora.

Según la ‘Alianza por la Electromovilidad en México’, una iniciativa pública y privada que busca promover lo que su nombre dice, en nuestro país hay varios factores que restringen todavía el impulso de los autos eléctricos, entre ellos uno muy importante son las políticas públicas que favorecen el uso y producción de combustibles fósiles, pero también la falta de inversión todavía en centros de recarga fuera de las grandes ciudades; este último punto es una especie del eterno dilema del huevo o la gallina, pero alguien tendrá que dar el primer paso.

Ahora bien, en el otro lado de la electromovilidad está el transporte urbano de pasajeros, que desde mi muy personal punto de vista debería ser la norma lo antes posible en todas las ciudades. Aquí los autobuses eléctricos al igual que los autos que hemos mencionado tienen un costo muy superior a los de diesel. La única manera de ser económicamente viables es mediante complejos esquemas de financiamiento, subsidios gubernamentales o de banca de desarrollo. Sin embargo los beneficios a largo plazo podrían ser enorme, no sólo en el ámbito económico y ambiental, sino en salud, limpieza del municipio, disminución de ruido y mil detalles más que si bien no son cuantitativos si agregan calidad a la vida en una ciudad.

En Sonora, el gobierno del estado a través de la CEDES (Comisión de Ecología y Desarrollo sustentable) tiene un proyecto muy completo de crecimiento verde y electromovilidad. Me ha tocado ver el desarrollo y presentaciones al respecto y de verdad es una excelente iniciativa. Sus estudios previos han incluido no solo proyecciones financieras, sino estudios sobre movilidad y demanda de rutas, sobre usos y número de viajes por zonas, encuestas sobre el servicio, estudios sobre arquitectura e ingeniería de las paradas de autobús y varios detalles más que hacen de este proyecto uno de los más ambiciosos de la actual administración. Mi esperanza es verlo concretarse pronto.

Ahora bien, como podrán darse cuenta, los autos y autobuses eléctricos tienen grandes beneficios y soy una defensora y promotora de hacer ese cambio, pero (si, siempre hay un pero) la otra cara de la moneda que tenemos que observar es que si bien los autos eléctricos son limpios in situ porque no tienen emisiones visibles, dependemos de cómo se generó la electricidad que los alimenta. En nuestro país el 31% de la energía que consumimos es generada por energía libre de emisiones. Y mientras sigamos utilizando combustibles fósiles el tema de la mitigación de gases de efecto invernadero por el uso de autos eléctricos será todavía una cuestión de geografía.

Al final, mi conclusión es que todos debemos poner nuestra gotita para formar la ola: comprando autos eléctricos, pidiendo mejores mezclas de energía a nuestro proveedor de electricidad, siendo eficientes en el uso de la energía y generando menos residuos… Hay mucho que podemos hacer.

Saludos y como siempre, si tienen alguna duda, comentario o sugerencia mi correo es Sotomayor.anam@gmail.com

Ana Sotomayor es graduada en Administración de empresa y candidata a maestría en Sustentabilidad (si todo sale bien). Su experiencia profesional incluye proyectos de eficiencia energética y energías renovables, y es una hábil profesional en el sector de la administración de la energía. Sus habilidades incluyen el identificar, evaluar y presentar de una manera entendible las oportunidades en el uso eficiente de la energía y sus aplicaciones. Tiene experiencia en servicios de consultoría de sustentabilidad y ha presentado soluciones y programas eficaces de manejo eficiente de la energía para distintos clientes incluyendo el sector privado, y gobiernos estatales y municipales. Actualmente tiene su propia firma de consultoría dedicada a la realización de auditorías energéticas, perfiles de consumo de energía, capacitación y trámites para la participación en el Mercado Eléctrico Mayorista. Su experiencia anterior incluye puestos administrativos y financieros en industrias medianas.

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