viernes, abril 19, 2024
ColaboraciónColumnaCulturaDe mente abierta y lengua grandeDescubre SonoraGastronomíaHermosillohistoriaOpinión

De mente abierta y lengua grande: ¿Hediondo?

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Chef Juan Angel | @chefjuanangel
¡Qué “jediondo” está ese pescado! ¿Esta pasado? ¡Ese salmón huele demasiado a pescado! ¡Me dijeron que estaba fresco y terminé tirándolo a la basura! Y así podemos sumar más enunciados al listado de quejas respecto a los pescados o mariscos, sin embargo, antes de emitir un juicio debemos conocer una realidad:

Hay dos tipos de pescados: blancos y azules. Los primeros son de color, olor y sabor suave: lenguado, merluza, lubina, etc. Los segundos aportan más calorías, son ricos en Omegas y tienen color, olor, y sabor más fuertes: atún, sardina, salmón, etc.

De tal forma que muchas especies siempre serán de sabor y aroma fuerte, lo cual no debe ser un impedimento para disfrutarlos ¿Recuerda lo difícil y doloroso que fue aprender a pasear en bicicleta?,  lo mismo sucede con la alimentación, es un proceso de aprendizaje que lleva tiempo: asimilar nuevos aromas y sabores tomará semanas o meses y en quizá en el proceso nos ocasionará nauseas, pero una vez encontrado el justo equilibro mediante la educación constante del paladar podremos disfrutar nuevas propuestas que nos otorga la naturaleza, a las que permanecemos cerrados sino exploramos ¡Qué triste sería morir sin haber disfrutado tantos nuevos aromas y sabores!



¿A dónde acudes cuando necesitas clavos o tornillos?
¿Dónde compras generalmente el medicamento?
¿Qué lugar visitas cuando necesitas abrir una cuenta bancaria?
Para cada pregunta hay una respuesta lógica que pareciera simple, entonces ¿A dónde acudes cuando necesitas pescado o marisco?, para cada necesidad hay un lugar especializado que nos puede ayudar, así mismo, cuando necesitamos pescado fresco hay que comprarlo en negocios especializados en carnes y/o mariscos, así tendremos mayor seguridad de que el producto fue tratado con las medidas de higiene y temperatura correcta.
 
Algunos consejos:
Un pescado debe oler siempre a mar y/o algas, nunca admitas uno que huele a amoniaco o rancio,  esto generalmente sucede con los camarones que alcanzan temperatura ambiente y posteriormente son vueltos a congelar.
• En pescados enteros comprueba que las escamas conserven su color brillante y tornasol. Evita a toda costa aquellos cuya piel se desprenda fácilmente.
La carne de pescado debe ser firme, elástica y lisa, nunca compres pescado con carne opaca o flácida.
• Y nunca olvides una máxima de la cocina: quien come marisco crudo, asume al 100 % el riesgo de contraer alguna enfermedad, aún cuando lo hagas en un restaurante.

 

Chef Juan Angel – Licenciado en Periodismo y chef profesional, conductor de televisión, creador de contenidos gastronómicos y embajador de marcas de alimentos.


– PUBLICIDAD –


 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *