La Perinola: Ciudad sin sol

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Por: Álex Ramírez-Arballo
Me preocupa mucho lo que sucede en Hermosillo porque es un lugar que quiero profundamente, porque mucha gente que amo vive ahí, porque se merece sin duda algo mejor: trabajo cada año parcialmente entre su gente. Las ciudades son el reflejo de sus habitantes, sus gobiernos y sus condiciones geográficas; en ellas se fusionan la voluntad y la historia en una mezcla de convicciones y accidentes que en constante pugna van forjando una identidad y un destino. Son muchos los problemas que Hermosillo debe enfrentar pero hay uno que claramente es el más apremiante: la seguridad pública.

Creo que todos conocemos a alguien que ha sido víctima de la delincuencia o quizás nosotros mismos lo hemos padecido en carne propia. Se trata de una ola de agresividad espoleada por la impunidad, la drogadicción, la falta de educación y de oportunidades entre otras causas. Las consecuencias son terribles: una reducción radical de la calidad de vida y del desarrollo económico.

No hay soluciones sencillas y los políticos, que lo saben bien, lucran con esto, particularmente durante las épocas de campaña. La ciudadanía, que es en quien verdaderamente creo tiene métodos y estrategias mucho más efectivas y realistas, debe poner manos a la obra. Nos queda apostarnos a nosotros mismos. Debemos renunciar a la apatía y ejercer nuestro poder en asociaciones concretas, próximas a nosotros mismos, en nuestra calle y nuestro barrio. Presionar al poder político es necesario pero siempre podemos hacer más, como por ejemplo promover lugares de encuentro, la difusión cultural, la creación de empresas con conciencia social, la preservación y promoción de valores culturales comunes, entre otras muchas otras cosas más. No hay iniciativa que sea pequeña cuando implica el concurso de todos sin importar nuestra edad, sexo o condición social. La causa común ha de ser la de construir futuro con generosidad y amor por el lugar en el que se vive y por todos aquellos que habrán de vivir aquí. No olvidemos algo elemental e importante: las casas se construyen desde los cimientos y no desde el tejado.

 

 

Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com


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