viernes, abril 19, 2024
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Espejo desenterrado: 15 años de certidumbre

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Por Karla Valenzuela
Él nació el año en que las torres gemelas dejaron de ser tales, nació en un año de temor, de miedo absoluto y absurdo. Nació dos meses después de que el universo de Estados Unidos, tal y como lo tenían pensado, temblara para siempre y nunca más fuera igual.

Para mí tampoco. En medio de la incertidumbre de lo que sucedía en aquel momento, su llegada marcó para siempre mi existencia. Él lo cambió todo y lo hizo bien.

Por él sé que la esperanza es infinita, que el mundo no se acaba con un mal día, que la vida se trata siempre de continuar, que no todo tiene que ser como está establecido sino como uno es feliz.

De él aprendo todos los días. Aprendí lo que es la paciencia, el diálogo, las palabras certeras que hacen que realmente los seres humanos produzcamos cosas buenas.

Y ya no tengo miedo. Desde hace 15 años lo único que tengo es fortaleza y se la debo a él.

Es cierto, vivimos hoy en un mundo que también ahora ha cambiado. Ganó Donald Trump, a pesar de muchos, y para beneplácito de la mayoría de Norteamérica. No sabemos qué nos depare el futuro, pero igual nunca jamás lo hemos sabido y siempre, todos, los que construimos esta sociedad, seguimos nuestro camino haciendo de vez en cuando lo que debemos hacer y, en la mayor parte de las ocasiones nos da buenos resultados.

De veras sé que el mundo no está bien, pero es el que tenemos.

El único mañana que llegará es el nuestro y somos nosotros mismos quienes decidimos cómo lo queremos.

Yo, al menos, quiero un futuro mejor para los jóvenes que nos rodean, quiero envejecer sabiendo que hice lo que debía hacer por mí y por los demás, pero sobre todo, quiero días y noches tranquilas, de ésas que sólo nos regala la certeza de haber hecho las cosas bien diariamente.

Me miro ahora, después de 15 años, y descubro que soy feliz a pesar de que, a veces, todo se ponga al revés.

Este día mi felicidad se siente eterna e inquebrantable. Y es que él, mi hijo, nació hoy hace una década y un lustro y sólo espero para su vida toda la lucha que amerita, toda la esperanza que él mismo me dio. Hoy somos una familia y, por Dios, en medio de todas las cosas que pasan diariamente en nuestra ciudad, en nuestro entorno, hay paz, y con eso se pueden librar todas las batallas.

 

 

*Karla Valenzuela es escritora y periodista. Es Licenciada en Letras Hispánicas y se ha especializado en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, se dedica también a proyectos publicitarios.


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3 comentarios en "Espejo desenterrado: 15 años de certidumbre"

  • José Luis Barragán Martínez

    Felicidades por tu trabajo Karla. Un hijo marca el antes y después de una persona, un hijo nos enseña tanto con la inocencia de su niñez como con los vaivenes de la adolescencia y su edad adulta. La experiencia de tener un hijo es una ampliación constante de nuestra madurez.

    Respuesta
  • YUYI muy bonitas palabras ..este día no iba a ser diferente…el escribir por los quince años de tu bebé…felicidades por tu buen hijo,buen estudiante y un muchachito que les ha traído a sus padres y abuela una dicha de la cual se sienten agradecida ….Dios de los conserve muchos años y bien para que pueda disfrutarlos

    Respuesta
    • Gracias por sus palabras. En efecto, reflexionar sobre estos 15 años da más alegrías que pesares y es sólo porque él está aquí. Un abrazo a ambos.

      Respuesta

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