martes, abril 23, 2024
ColaboraciónColumnaOpinión

Luces y sombras: Orientar al público es una tarea difícil

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Por: Armando Zamora
Armando ZamoraDicen los sabihondos, tan enfadosos que son (¿o no?), que analizar los conceptos de moral y prensa resulta difícil para un aprendiz de periodista y para quien siente que le falta mucho por aprender en las aulas de los ilustres maestros que dominan diversas corrientes y teorías de la comunicación y que explican en un lenguaje sencillo los aspectos deontológicos (o sea, los de a wilson) del periodismo.

Ya sabemos que el periodista de hoy no sólo debe buscar la capacitación, sino que debe destacar por su honestidad en el trabajo. Bueno: en teoría, porque uno busca y busca, y nomás sopla la brisa y la hierba se movía, se movía, se movía, como en la cumbia aquella…

La educación en el periodista es, pues, esencial para hacer de esta profesión un alto espíritu de servicio. En tanto, un periodismo atrasado, no educado, hace un periodismo inmoral. Y eso lo vemos a diario en páginas y en la televisión, y lo escuchamos en la radio con una abundancia prodigiosa que espanta. Mínimo, da miedo, que no es lo mismo pero es igual.

Pero también hay casos diferentes, y así vemos que la comunicación, la información y la especialización de los medios masivos han provocado cambios sorprendentes en la renovación del conocimiento y en la evolución de la tecnología de procesos y sistemas. El impacto de esta verdadera revolución sobre la sociedad en la naturaleza de las relaciones humanas —procesos psicológicos, conductas sociales, aculturación y socialización—, y en sus formas y estructuras de organización es impresionante.

Joseph Pulitzer escribió en 1904 en torno a la importancia del periodismo en la sociedad: “Nuestras comunidades y su prensa emergerán o caerán juntas”, dijo con comillas, para que quedara claro.

Un periodismo capaz, despojado de intereses, socialmente orientado, con alto espíritu de la moral, la ética, inteligente para reconocer lo justo y con coraje para hacer lo correcto en la justicia, pero sobre todo capacitado y educado, puede preservar la virtud pública sin la cual un gobierno popular sería una simulación y un engaño. En cambio, una persona demagógica, mercenaria y cínica producirá con el tiempo una opinión pública a semejanza. Como ejemplo, puede usted tomar cualquier informativo local o nacional, entre todos o entre nadie: total, son la misma podredumbre.

Se dice, entonces, que el poder para moldear el futuro de las comunidades estará en manos de los periodistas de las generaciones futuras, y el desafío es claro: el periodista del mañana deberá estar entre nuestros ciudadanos más educados y responsables. Cada periodista en este contexto deberá aprender a leer, escuchar, observar, escribir -con ética e inteligencia- para asumir el liderazgo y la tarea social que la profesión le exige.

La nueva era del periodismo está estrechamente vinculada a los impresionantes avances en la generación y expansión del conocimiento humano en lo que ahora se considera como una megatendencia basada en el siglo XXI.

En esta época de globalización económica que ha transformado la economía y que ha influido profundos cambios en la vida política, social y cultural de las naciones, se están originando nuevas formas de interacción social con una presión sustancial en los ámbitos educativos y periodísticos, por lo que crece la necesidad de investigar, documentar y perfeccionar sus efectos a través del hecho educativo.

Pulitzer, Hearst y Scripps, considerados parte importante en la arquitectura del nuevo periodismo, señalan que el periodista debe ver cada asunto del periodismo como una oportunidad y deber para expresar algo socialmente relevante con valor ético y la verdad; que sobresalga de lo mediocre y convencional; que exprese algo que se acompañe encima de los prejuicios e intereses creados y que forman parte de los prejuicios populares y políticos.

Informar y orientar al público es una tarea difícil. Muy pocos pueden tener éxito en la actividad periodística sin el dominio de los principios y prácticas de las amplias y especializadas áreas del conocimiento. Hay que darse cuenta que la sociedad ha evolucionado en forma compleja, sus especializaciones son numerosas y las varias interrelaciones que se dan en torno a su desarrollo, son tan dinámicas e interactivas que sólo una persona educada en el pensamiento lógico y crítico pueden entender las muchas facetas de la actividad humana y el significado de los hechos.

Al hablar de la perspectiva de la ética, Fernando Savater dice en su libro Ética, política, ciudadanía: “La ética es la actitud o la intención de individuo frente a sus obligaciones sociales, personales. La ética siempre está en nuestras manos individualmente para actuar en forma moral, de forma ética”. Y de manera irónica afirma: “No tendrá sentido hablar de ser moral hasta pasado el verano porque no me conviene; después del verano actuaré moralmente.

“La moralidad es siempre una reflexión sobre la propia libertad en el aquí y en el ahora —agrega—. No basta haber sido moral en una época para dejar de serlo en ésta, no basta el hecho de tomar el proyecto firme de ser moral para excusarnos de la inmoralidad que vamos a cometer en el momento presente. Aunque la sociedad que nos rodee sea desastrosa, aunque estemos bajo una dictadura terrible, aunque veamos los peores ejemplos a nuestro alrededor, la persona puede ser moral, porque la moralidad depende del individuo en su libertad y nada más”.

Por eso, Savater dice que si nos referimos a la política, ésta no siempre está con nosotros, pues tenemos que convencer a otros de nuestros proyectos; es más, podemos aplazarlos, lo que no es hoy, puede hacerse mañana. Así, se dice que la política admite aplazamientos; sin embargo, la ética no: La ética tiene una faceta, una dimensión personal en la búsqueda de la excelencia, de la perfección personal y una faceta social o colectiva de nuestras relaciones con los demás y lo que queremos hacer juntos como ideal.

Las cuestiones éticas siempre se refieren a las personas, porque lo único que puede ser moral o inmoral, es una persona, no una institución, medio o colectividad, las instituciones son buenas, malas, eficaces, ineficaces, deseables, indeseables, pero lo único que puede ser éticamente bueno o moral es una persona. Así, en nuestra compleja sociedad existen seres de éticas concretas de acuerdo a la actividad que se realiza, el cargo, papel social que se tiene. En el caso concreto del periodismo, debemos tener en cuenta que el periodista tiene obligaciones morales que le impiden, o habrían de impedirle, propalar rumores sin fundamento, porque tiene una responsabilidad con sus lectores, oyentes y receptores.

Así, la cabal conciencia de los periodistas honestos sobre los abusos que pueden admitir una libertad incontrolada de dar información y, al mismo tiempo, su deseo de escaparse a todas de limitaciones legales que pagar en riesgo una amplia libertad de prensa han llevado a que se acentúan en los últimos tiempos una preocupación por determinar y hacer efectivas normas éticas a las que deben ajustar su conducta los periodistas en el ejercicio de su profesión.

Y si usted es de los seguidores de Brozo, en su faceta de comunicador, y lo cataloga como un periodista honesto, le diré que ya puede ir borrándolo de la lista, que El Mañanero desaparecerá en corto plazo, y así, los fanáticos del ¡Órale! tendrán que buscar una nueva luz que los guíe en la oscuridad. Ahí si encuentra un tenue brillo al menos, favor de reportarlo, y es que andamos tan escasos de eso que por eso estamos como estamos…

 

Armando Zamora. Periodista, músico, editor y poeta.
Tiene más de 16 libros publicados, 12 de ellos de poesía. Ha obtenido más de 35 premios literarios a nivel local, estatal y nacional. Ha ganado el Premio Estatal de Periodismo en dos ocasiones.  Ha sido becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sonora (FECAS). Una calle de Hermosillo lleva su nombre.


– PUBLICIDAD –


 

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *