Espejo desenterrado: La educación, prioridad
Por Karla Valenzuela
Para nadie es un secreto que hay infinidad de niños que necesitan ayuda en Hermosillo y en Sonora. También sabemos – y conocemos bien– la loable labor que realizan fundaciones, agrupaciones y vecinos sin más por familias de escasos recursos sin pretender recibir ningún reconocimiento a cambio, pero lo cierto es que, a veces, ni todo el apoyo de la sociedad parece ser suficiente cuando la necesidad – sobre todo de los infantes– es mucha. Éste es el caso de los pequeños del Instituto Kino que, además de sustento, requieren un respaldo verdadero para poder realizar sus estudios y por ese solo objetivo habría que incentivarlos.
Estoy consciente que detrás de la polémica de si la Universidad Kino, creada – si no mal recuerdo- por el padre Villegas precisamente para ser base fuerte económica del Instituto, puede existir la duda (fundada o no) de que ha habido un manejo inadecuado de los recursos otorgados, lo que debe ser prioritario mientras son peras o son manzanas es la educación de los niños; de tal manera que mientras se desvanecen dudas y se transparentan procesos, el recurso para ellos no debe faltar.
Conozco a algunos que fueron estudiantes del Instituto y que son gente ejemplar y de bien. Sé perfectamente de la filosofía humanista que rodea a Universidad Kino porque yo misma cursé algunas materias en sus aulas. Por eso confío en que ambas partes podrán ponerse de acuerdo, priorizando siempre el conocimiento y la realización de estos menores que habrán de ser los trabajadores sonorenses del mañana. Creo que eso es lo que hubiera hecho el padre Villegas, ¿o no?
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