Tuercas y tornillos: La guerra cultural mexicana
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
La sociedad mexicana presenta una creciente división. Los valores, costumbres y creencias colectivas que generaron unidad cultural son cada vez más cuestionados. En el siglo XX, el país sufrió un grave conflicto interno por las disputas relacionadas a los bienes y oportunidades de una parte de la población frente a una creciente mayoría que contaba con muy poco. Esto provocó una lucha militar y una de las mayores transformaciones culturales y políticas en la historia moderna del país.
La llamada Revolución Mexicana tuvo como resultado un conjunto de acuerdos e instituciones que buscaron reconstruir la cohesión del país a través de la paulatina inclusión de sectores sociales al acceso a servicios públicos, educación, salud y tierras entre otras. En el largo plazo, son notorios los logros de los gobiernos post revolucionarios para generar estructuras que permitieran a los distintos grupos sociales ser integrados, – con distintos grados y derechos, – a la sociedad mexicana, pero también a la construcción de una serie de símbolos, festividades y una historia oficial que edificó (por primera vez desde la creación del estado mexicano) la cohesión social nacional.
Sin embargo, algunas áreas de la sociedad conservaron tensiones latentes. La religión se convirtió en un tema del ámbito privado frente a un estado que se declaró laico. Esta nueva relación estado- religión generó una serie de resistencias que desataron un conflicto armado, misma que fue brutalmente reprimida por la autoridad. Otra área donde se conservó un conflicto latente fueron las comunidades originarias del país. El nuevo estado construyó un proyecto de mestizaje para la forzosa integración de todos los grupos étnicos. Esto, en vez de generar una mayor cohesión, conservó o agravó la desigualdad y el aislamiento de los indígenas. Esto ha sido el origen de una considerable cantidad de conflictos entre los pueblos originarios con las distintas autoridades mexicanas. Finalmente se produjo una lucha armada encabezada por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional. Este grupo sintetizó los motivos de disputa entre el estado y los indígenas, pero también generó una visión sobre una nueva relación entre la autoridad y la población: “mandar obedeciendo”.
En medio de los avances y conflictos, algunos de las áreas que han generaron divisiones entre las distintas clases mexicanas lograron permear a la nueva sociedad; la educación, ahora gratuita, permitió la edificación de escuelas separadas para las elites frente a la educación para la mayoría; las ciudades crecieron tolerando y consintiendo la construcción de zonas exclusivas para los que podían pagar por espacios privilegiados, la cultura fue dividiéndose en cultura popular y “alta” cultura, lo que perpetuó formas de expresión diferenciadas por grupos. Todo lo anterior, fue configurando perspectivas diferenciadas entre dos grupos sociales: aquellos con mayores bienes (ricos, clases medias, fifis, mirreyes, catrines, etcétera) y los que tenían pocos bienes o apenas los necesarios para su sobrevivencia (pobres, nacos, jodidos, etcétera). Es decir, en México se han ido configurando dos cosmogonías que rebasan la mera dimensión económica para incluir temas culturales, hábitos de consumo, prácticas religiosas y también el color de piel. Esto ha dado pie a una guerra cultural entre dos grupos que van perdiendo sus puntos de contacto. En México operan ahora dos visiones totalmente contrarias sobre lo que es ser mexicano. El actual gobierno se explica y funciona alrededor de este conflicto.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.

