Tuercas y tornillos: ¿Estamos ante la construcción de un nuevo orden global? La guerra de Ucrania y la globalización
Dr. Mario Alberto Velázquez García | Academia Mexicana de Ciencias
La invasión de Rusia a su vecino Ucrania, tiene repercusiones devastadoras e inmediatas para los habitantes de este país, pero también tendrá consecuencias muy significativas para el resto del mundo. El alcance de estos cambios todavía resulta incierto, pero ya existen algunos que comienzan a presentarse.
Primero. La invasión rusa ha generado una disminución en las expectativas de recuperación económica posterior a la pandemia por Covid19, esto en gran parte tiene correlación con la escalada en los precios del petróleo y del gas. Esto se explica por la importancia que tiene Rusia y Ucrania en la producción y distribución de estos combustibles hacia Europa. Lo anterior puede generar incentivos para acelerar la transición hacia el uso de otro tipo de energías, lo que sin duda tendrá un efecto diferenciando, beneficiando a aquellos países que cuentan con las tecnologías y recursos para este cambio, pero al mismo tiempo, agrandará las brechas y desigualdades frente aquellos países que siguen apostando por el uso y producción de petróleo, gasolina y gas como sus principales fuentes de energía. El norte, se alejará más del sur.
Segundo. La actitud desafiante de Rusia contra el mundo occidental parece descansar en un cálculo sobre los conflictos y problemas que existían en los liderazgos globales, que sin duda fueron muy notables durante el periodo presidencial de Donald Trump. Un efecto no esperado por Moscú, es la reconstrucción de las alianzas entre los países que pertenece a la OTAN, bajo el liderazgo, reconfirmado, de los Estados Unidos. Esto se produce con un componente adicional que puede tener consecuencias futuras muy funestas: el anuncio de Alemania, y de los países de la Unión Europa, de volver a destinar crecientes cantidades de su gasto a el rearme de sus ejércitos. La amenaza rusa puede desatar una escalada militar que podría llevar tarde o temprano, a un conflicto armado de gran escala.
Tercero. El mundo después del fin de la segunda Guerra Mundial presentó un desarrollo económico, tecnológico y en comunicaciones que no tiene comparación con el resto de la historia de nuestra especie. Esto generó un proyecto social de alcance mundial que generalmente llamamos globalización, donde existió una integración y codependencia entre los distintos componentes de la sociedad global, al punto, de que algunos comenzaron a pensar en la posibilidad de que existiera un gobierno “mundial”. Esto significó, entre otras cosas, en una disminución de la soberanía de los estados frente a compañías, consorcios internacionales, pero también organizaciones civiles y organismos internacionales. Los estados parecían una especie que comenzaba a presentar alguna enfermedad que estaba poniendo en peligro su existencia.
El actual conflicto armado ha roto este proyecto mundial de globalización y presenciamos la serie de sanciones de occidente hacia Rusia, así como la salida de grandes compañías internacionales de su territorio. La ex Unión Soviética parece alistarse para un nuevo proyecto de bloqueo económico, y vemos a Estados Unidos buscando aplicar las mismas medias que ha usado por décadas contra Cuba. Es importante decir que estas no han logrado terminar con el gobierno de la isla; muy por el contrario, generan una situación que justifica dicho orden político.
Por su parte, los estados nacionales están viendo un reflorecimiento de su papel frente a su población gracias al conflicto armado; al final, son ellos los únicos que cuentan con los recursos legales, económicos, sanitarios y militares para resolver las consecuencias de esta guerra. Existe un creciente nacionalismo impulsado por la inesperada resistencia ucraniana a la invasión. La realidad de la guerra, sin duda rebasa nuestra identidad consumista, para recordar a la población que los estados pueden llevarnos a pelear o morir en una guerra aunque esto este nunca fue parte de los imaginarios postmodernos; el conflicto militar de Rusia y Ucrania nos lleva a un mundo nuevo, al mismo tiempo que nos empuja a realidades que pensábamos superadas.
MARIO ALBERTO VELÁZQUEZ GARCÍA
Profesor- Investigador de El Colegio del Estado de Hidalgo.
Miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel 1. Miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC). Doctorado en Ciencias Sociales con Especialidad en Sociología, El Colegio de México. Maestría en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarrollo Municipal en El Colegio Mexiquense. Licenciatura en Sociología, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Director de la Revista: “Revista Científica de Estudios Urbano Regionales Hatsö-Hnini”, www.revistahatsohnini.com.mx.
