viernes, abril 19, 2024
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La Perinola: El santo oficio

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Por Álex Ramírez-Arballo
Soy escritor y lo sé desde que era niño, más o menos desde que tenía unos diez u once años.  Un día lo vi claro: pasaría el resto de mi vida imaginando y transcribiendo todo aquello que pudiera imaginar, como un testimonio profundo de mí mismo; sólo a través de esta traducción podría compartir con los demás eso que muy pomposamente me gusta llamar mi “mundo interior” y que sentí –y sigo sintiendo- debe comunicarse con urgencia. Vivir conscientemente es buscar dejar una huella en la realidad.

Digo todo esto porque el otro día mientras escribía en mi oficina, mi hijo se acercó y me preguntó: “¿Para qué sirve escribir, papá?”  Me pareció una pregunta apasionante, sobre todo ahora que vivimos sitiados por un mundo empecinado en el pragmatismo utilitarista.  Vemos cómo los programas de las humanidades en las universidades a lo largo y ancho del mundo sufren los embates de los recortes presupuestales promovidos por aquellos que creen que la institución universitaria de ser una réplica de la empresa.

Sin embargo creo que la escritura, como parte esencial de todo programa humanista y humano, no solamente tiene una función sino que dicha función es tan esencial como el aire. La escritura es una exploración de nuestra experiencia de vida, la fundación de un testimonio, la creación de un universo de posibilidades imaginativas que nos abren las puertas de un conocimiento profundo de la experiencia de habitar este maravilloso planeta.  

No somos seres encerrados. Necesitamos contar y escuchar historias, decir y escribir, marcar la realidad con nuestros testimonio. Las nuevas generaciones no deben crecer escuchando que todo esto no sirve para nada porque esto implicaría el riesgo de criar un mundo poblado por seres que ignoren el valor de las palabras, la creatividad y la sensibilidad.  

Desde que la vida humana apareció en este planeta ha habido contadores de historias y los seguirá habiendo hasta el último día de nuestra especie.

¿Para qué sirve escribir?, me preguntaba mi hijo. Creo que la respuesta es ésta: porque es la única manera que tenemos de comprender por entero el milagro de nuestra existencia.

 

 

Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com


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