Espejo desenterrado: ¿Crees que podrías morir de amor?
Resulta que, quizás, la niña de Guatemala sí se murió de amor
Por Karla Valenzuela
Contrario a lo que podría indicar la ciencia, hace unos años, investigadores de la Universidad de Glasgow, Escocia, afirmaron que el corazón destrozado por la pérdida de la persona amada puede conducir a la muerte.
En el estudio intervinieron unos cuatro mil matrimonios de entre 45 y 64 años de edad entre 1970 y 2004.
Los científicos aseguraron que habían comprobado que el duelo tiene un impacto en los riesgos de mortalidad de los viudos, que se suman a los factores individuales,
Como ejemplo tomaron a Johnny Cash y June Carter Cash . Y es que emayo de 2003, June falleció a los 73 años luego de ser sometida a una intervención quirúrgica. Cuatro meses más tarde, Johnny, de 71 años no pudo sobrevivir a las complicaciones que se presentaron en su diabetes.
El estudio dado a conocer por la revista especializada Journal of Epidemiology and Community Health , revelaba que los primeros seis meses tras de la desaparición del cónyuge son especialmente fatídicos.
En ese período es más probable que se produzca la muerte del deudo por distintas causas; además, en los cinco años siguientes hay más posibilidades de desarrollar desórdenes cardíacos y una de las razones por las que se da este fenómeno es que la gente que pierde a sus parejas tiende a adquirir malos hábitos.
Lo mismo, en menor cantidad, puede pasar cuando la pérdida no es precisamente la muerte, sino una separación abrupta o un divorcio. Y es que, en algunos casos, las parejas comienzan a fumar de manera exacerbada, a beber alcohol o a alimentarse de manera inadecuada.
Visto de esa manera, morirse de amor no es sólo una metáfora digna de un poema: hay bases ciertas que indican que la depresión, la tristeza extrema, el sentimiento de soledad, pueden llevar a la muerte.
Entonces, tal vez José Martí tenía razón cuando en un poema alude a que la niña de Guatemala se murió de amor.
Contrapunto
InmortalOjalá fuera cierto que la gente se muere de tristeza, IIEstoy tan vacía de no morirme por nada, IIINo es que piense que soy inmortal pero no me muero,
(Karla Valenzuela, Mirada Sola, 2000) |
*Karla Valenzuela es escritora y periodista. Es Licenciada en Letras Hispánicas y se ha especializado en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, se dedica también a proyectos publicitarios.
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Me encanto el poema felicidades Susy.
Muchas gracias, Dany. Ya ves, una se va haciendo un tanto inmortal, ¿no?