Ludibria: Fuego 20

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Por Ramón I. Martínez
Ramón I. Martínez. La Chicharra¿Hasta dónde es posible la trasposición de personalidades, pasar de Pino a Nina y de Nina a Ángela? ¿Qué es lo que puede hacer un fantasma? ¿Hasta dónde el ser no es más que una mirada? En su más reciente novela Ana García Bergua, Fuego 20 (Era, 2017), nos hace recorrer respuestas diversas con telón de fondo de una de las desgracias más destacables de finales del siglo XX mexicano, el incendio de la Cineteca Nacional a principios de los años 80, con la consiguiente pérdida de patrimonio fílmico y documentos invaluables de la historia mexicana.

Una novela narrada en dos historias contrapunteadas, donde Arturo y Nina se encontrarían de la manera más inesperada e inusual si ésta fuera una comedia romántica convencional.




En el Distrito Federal a principios de la década de 1980, la historia de Saturnina (Nina) y Arturo corren a contrapunto. Saturnina, una muchacha ingenua y convencional tras la trágica muerte de su tío Rafael decide hacerse llamar Ángela Miranda, una tipa trepadora, atrevida y embustera. Ambas personalidades se discuten el control de la joven, Nina y Ángela en disputa constante, lucha entre el deber-ser y el pretender-ser. Van a la casa ubicada en Fuego 20, una mansión del Pedregal que está a la venta. Allí las recibe Felipe Modeoni que en su momento le recordará a Rafael, su tío, su amor platónico. Desde allí pretenderá Ángela iniciar su ascenso al poder en Calipén, a través de Victoria de la Loza, viuda del malogrado político Triunfo de la Loza, madre de César Augusto de la Loza, a quien seduce, no sin cierta reticencia de Nina con el desconsuelo de su madre.

Arturo, por su parte, es un joven originario de Xalapa que ha abandonado la universidad para dedicarse a sacar muestra de sangre en laboratorios Laroche frente a la Cineteca cuando ésta se incendia de manera aparatosa y catastrófica. Él queda consternado sobre todo pensando en que su amigo Rubén, joven como él, hubiera muerto en el siniestro. Después de días de búsqueda desesperada por nosocomios, finalmente lo encuentra sano y salvo. Después de este fuerte cambio a su rutina, nada volverá a ser igual, especialmente después de asistir a la boda de su tía Coco en su idílica Veracruz. Arturo regresa al Distrito Federal a casa de su tía Francis, madre de su primo Pino, con quien sostendrá un relación paranormal a partir de entonces.

Ana García Bergua entreteje la historia de Nina-Ángela y Arturo de una forma sobrenatural que no deja de llevarnos de sorpresa en sorpresa, donde cuando uno cree que ya lo ha visto todo, lo mejor está por venir. Esta novela ratifica a Ana como una de las mejores narradoras de su generación.



*Ramón I. Martínez (Hermosillo, 1971) Maestro en Letras Mexicanas por la UNAM, profesor a nivel bachillerato en el Distrito Federal. Ha publicado Cuerpo breve (IPN-Fundación RAF, 2009). Cursa el doctorado en Humanidades en la UAM-Iztapalapa.


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