El color de las amapas: Gobernadores sonorenses encarcelados

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Por Ignacio Lagarda Lagarda
A lo largo de la historia del estado de Sonora, dos gobernadores han sido encarcelados, ambos por motivos políticos, no por corrupción, por lo que los podemos considerar “presos políticos”.

Manuel María Gándara de Gortari
Nació en el mineral El Áigeme, Sonora en 1801. Hijo Juan Gándara, que se estableció con su esposa Antonia de Gortari, y su familia en la ciudad de Ures a finales del siglo XVIII.

Cuando sus padres fueron expulsados de México a finales de 1820 por ser españoles, él y su hermano Francisco se quedaron al cuidado de las haciendas Bamuri y Topahui, convirtiéndose Manuel María en el hacendado principal de las haciendas familiares. Tiempo después adquiere la hacienda de las Calabazas, localizada en Arizona, USA.

Dedicado como empresario a las dos haciendas que heredó de su familia, centradas en la explotación harinera, Manuel María Gándara de Gortari se interesó tempranamente por la política; fue elegido diputado al Congreso Constituyente de su estado natal y desempeñó el cargo de fiscal del Tribunal Supremo de Justicia de Sonora desde 1833 hasta 1835.

Dos años más tarde, el presidente Anastasio Bustamante lo nombra Gobernador Constitucional del estado de Sonora a finales de noviembre de 1837, sin embargo, un mes más tarde renuncia para secundar la rebelión federalista encabezada por el General José Urrea en 1838, solo para más tarde pelear contra Urrea en mayo de 1838, derrotándolo en Sonora. Gándara se convierte en Gobernador y Comandante General de Sonora por segunda ocasión en 1838.

En 1839, Gándara personalmente dirige la campaña contra el levantamiento de los indios ópatas.

En octubre de 1841 reconoce el gobierno del General Antonio López de Santa Anna el cual había derrocado a Anastasio Bustamente.

Ese mismo año fue designado como Gobernador Interino pero no tomó posesión de su cargo.

Las tensiones locales entre Gándara y Urrea se reinician en 1842 donde Gándara se levanta en armas con apoyo de las etnias de la región. Después de ello Gándara sería perseguido por la ley y puesto en prisión en varias ocasiones. En 1845 con familiares, conocidos y seguidores inicia una nueva revuelta que es apagada rápidamente. Sin embargo cuando los poderes federales son restablecidos en 1846 es electo por tercera ocasión como Gobernador Constitucional del Estado de Sonora y tomó protesta el 5 de mayo de 1847,

Restablecido el federalismo en la República en mayo de 1847, Manuel María Gándara resultó elegido gobernador del estado de Sonora ese mismo mes. Después de finalizar su mandato en 1851, volvió al cargo en 1853 y 1854.

Gándara de Gortari secundó los planes de Ayutla en 1854 y de Tacubaya en 1857, respectivamente, y combatió a los liberales en su estado durante la guerra de Reforma (1858-1861).

Apoyó la intervención francesa y la regencia y Maximiliano I le nombró prefecto imperial de Sonora en 1866, aunque no tomó posesión y permaneció un tiempo en Nayarit..

Tras el destronamiento del emperador en 1867, fue encarcelado en la ciudad de San Luis Potosí en 1868, recuperó su libertad en 1870.

Fue gobernador del estado de Sonora en 10 ocasiones.

Casado en primeras nupcias con Ramona Elías Morales, con quien procreó dos hijos Francisco y Miguel. Enviuda durante el invierno de 1865 al morir Ramona Elías en la Hacienda “Las Calabazas”.

Topahui fue confiscada varias veces, finalmente volvió a manos de Manuel Gándara en 1868 cuando regresó definitivamente a Sonora.

La Hacienda “Las Calabazas” le fue confiscada por el ejército norteamericano al momento de la anexión de Arizona a los Estados Unidos.

Murió en  Hermosillo, Sonora, 4 de octubre de 1878.

 

José de Urrea
José Cosme Urrea o José de Urrea nació en 1797 en el Presidio Real de San Agustín del Tucsón, Provincia de Sonora y Sinaloa, México (actualmente Tucson, Arizona, Estados Unidos). Fue bautizado el 30 de septiembre de 1797 por Fray Pedro Arriquívar con los nombres de José Cosme. Como partida de bautismo no expresa el día de nacimiento, es probable que ésta haya tenido lugar el 27 anterior en que la iglesia católica venera a San Cosme. A pesar de haber nacido en la frontera norte de México, su familia tenía profundas raíces en el estado de Durango.

Hijo del teniente Mariano Urrea y doña Gertrudis Elías González, quienes se casaron en Arizpe en 1796.

Inició su carrera militar el 15 de agosto de 1809 como cadete de la Compañía Presidial de San Rafael de Buenavista; poco después ascendió a alférez, a partir de enero de 1811 operó en la región meridional de Sinaloa en contra de los insurgentes.

En 1813 estuvo en los combates de Buenavista, El Palmar y La Mora en el que fue herido; el 27 de enero de 1816 se le concedió plaza de teniente en el Regimiento Provincial de Colotlán que comandaba su padre.

En 1817 pasó a prestar sus servicios a la Provincia de Michoacán, en 1818 se le dio el mando de una sección volante. Se le concedió el grado de teniente veterano el 27 de mayo de 1821; secundó el Plan de Iguala a las órdenes del general Pedro Celestino Negrete y ascendió a capitán el 12 de diciembre del mismo año.

Estuvo de guarnición en Huichapan; se adhirió en la ciudad de Querétaro al Plan de Casa Mata que derrocó a Iturbide del solio imperial; participó en el asedio del Castillo de San Juan de Ulúa, último reducto de los españoles y causó baja en el Regimiento de Colotlán en abril de 1826 en que fue destinado al 10º. Regimiento que comandaba el general Miguel Barragán.

Estuvo complicado en la rebelión conocida por Plan de Montaño, por cuya causa fue separado del servicio; logró su reingreso al Ejército en 1829 con motivo de la invasión española que encabezó el general Barradas y asistió a las acciones de guerra libradas en la región de Tampico por el general Santa Anna. Secundó el cuartelazo denominado “Plan de Jalapa” que derrocó de la presidencia al general Guerrero y elevó en su lugar al general Bustamante y en seguida fue destinado a la Secretaría de la Comandancia General del Estado de Durango.

Ascendió a teniente coronel el 12 de marzo de 1831, pocos meses después obtuvo patente de retiro del Ejército; en julio de 1832 se sublevó en la ciudad de Durango, secundando la rebelión del general Santa Anna.

Asumió el mando del Regimiento Permanente de Cuautla en noviembre de 1834; poco después arribó a Sinaloa y apoyó la rebelión del coronel Carlos Cruz Echeverría en contra de los poderes locales. El presidente Barragán le expidió patente de general graduado el 3 de julio de 1835 y lo envió al Estado de Durango a organizar una sección que debería operar en contra de los apaches y ponerse a las órdenes del comandante general de Chihuahua y Nuevo México.

En 1837 arribó al Estado con el nombramiento de comandante general de Sonora y Sinaloa; la Junta Departamental lo propuso en segundo lugar en la terna enviada a México para la designación de gobernador y no pudo disimular su disgusto cuando llegó el nombramiento a favor de don Manuel María Gándara que figuraba después de él.

El 27 de diciembre el general Urrea proclamó en la ciudad de Arizpe el restablecimiento del régimen federal, ejecutando un cuartelazo con las tropas que estaban a sus órdenes, siendo secundado además por el gobernador la Junta Departamental y los ayuntamientos. Convocó a elecciones de la Legislatura la que una vez instalada lo nombró gobernador constitucional y protector del Estado. Una vez asegurada la situación en Sonora a favor de la causa que proclamaba, entregó el poder al vicegobernador Escalante y avanzó con sus tropas sobre Sinaloa.

En mayo de 1838 fue derrotado en Mazatlán por el general Paredes y Arrillaga, logró salvarse arribando a Culiacán, allí fue derrotado nuevamente por el coronel Teófilo Romero y se volvió a escapar, yendo a reaparecer en el puerto de Guaymas pero el gobernador Gándara lo derrotó en el pueblo de Guadalupe en Ures, viéndose obligado a retirarse de nuevo al puerto. Fue a refugiarse a la ciudad de Durango, permaneció allí varios meses escondido para entró en relaciones con el almirante francés Baudin que tenía bloqueados los puertos del golfo de México, en una forma indebida y antipatriótica, sufrió la derrota de Acajete el 3 de mayo de 1839 y en junio siguiente se vio obligado a capitular en Tuxpan ante el general Paredes. El Gobierno General reprobó la capitulación y lo mandó a internar en la prisión de Perote, días después se fugó, fue sentenciado en rebeldía a seis años de destierro en el extranjero y se le reaprehendió en Zacatecas en octubre del mismo año. Perdió su empleo de general, fue mandado a encerrar en el edificio de la Inquisición y la Junta Departamental de Durango se dirigió a las autoridades superiores pidiendo la rehabilitación del eterno rebelde pero les fue denegada.

Desde prisión siguió conspirando, fue sacado de allí para combatir en la guerra de los Pasteles, arrastró una nueva sublevación al 5º Cuerpo de Infantería, al Batallón del Comercio y a numerosos oficiales sueltos y, por medio de un golpe de mano, se apoderó del Palacio Nacional y del presidente de la República, general Anastasio Bustamante, y de sus ministros, pero ante el ataque del comandante general de México, general Gabriel Valencia, Urrea vio que tenía perdida la partida, entregó el mando al general Manuel Andrade quien capituló en seguida. Urrea se refugió nuevamente en Durango.

Falleció el 1 de agosto de 1849, víctima del cólera-morbus y fue sepultado en El Sagrario, Durango.

 

 

 

*Ignacio Lagarda Lagarda. Geólogo, maestro en ingeniería y en administración púbica. Historiador y escritor aficionado, ex presidente de la Sociedad Sonorense de Historia.


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