jueves, abril 18, 2024
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La Perinola: Tiempos violentos

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Por: Álex Ramírez-Arballo

La violencia es la madre del dolor y del fracaso humano. Al ejercer la violencia estamos cerrando las puertas al futuro y estamos envenenando el presente; con ello nos negamos el poder más luminoso que poseemos como especie, el usar nuestra mente, nuestra imaginación y hacer con ello un ejercicio de buena voluntad. Creo en el poder para construir sentido en nuestros actos, que deben estar siempre encaminados a alcanzar beneficios compartidos: el individualismo es una imposición por sistema, no es condición humana. Lo hemos aprendido, como hemos aprendido el odio y la necesidad de competir a toda costa. Nuestro corazón ha sido hecho para amar y no encuentra sosiego sino en el reposo del encontrarnos con el semejante.

Nuestra sociedad enfrenta sin duda alguna un momento de crisis: se levantan aquí y allá las voces de un nativismo absurdo, que cierra puertas y condena a los más vulnerables de la sociedad a un sufrimiento innecesario y perverso. La división entre los poderosos y los parias se hace más grande y arrastra hacia el abismo el talento de millones de personas sin posibilidad alguna de defensa. Estamos echando al bote de la basura un tesoro.

Pero tengo fe, y me explico. Creo que lo que estamos viendo es un final y no un comienzo: la lenta agonía de una época en que se favorecía una estructura piramidal, jerárquica y de competencia constante por el poder. Frente a la hegemonía de los muy pocos, se han abierto posibilidades de expansión para los muchos, los que históricamente han permanecido en los márgenes. El poder sabe esto, y reacciona con violencia en un intento por evitar lo que ya resulta imposible: la construcción de una sociedad pulsante entre lo local y lo global, una sociedad basada en una economía de conocimiento e innovación constantes, una sociedad de alianzas solidarias y adaptación respetuosa al medio ambiente. El destino de la democracia liberal no puede ser el de sucumbir ante los desplantes de los energúmenos sino dar paso a una democracia dialógica, de pies en la calle y mirada fija en el porvenir. Estas cosas creo.

Nos corresponde a todos acelerar el paso del tiempo y afinar el buen rumbo de la historia. Sigamos caminando.

 

 

Álex Ramírez-Arballo. Doctor en literaturas hispánicas. Profesor de lengua y literatura en la Penn State University. Escritor, mentor y conferenciante. Amante del documental y de todas las formas de la no ficción. Blogger, vlogger y podcaster. www.alexramirezblog.com


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