viernes, abril 19, 2024
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Panorama sombrío para la economía mexicana en 2017: investigadores universitarios

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El incremento de precios en la gasolina, gas y la energía eléctrica tendrán impactos importantes en la cadena de producción, elaboración y transportación de los bienes y servicios, así como en los medios de transporte público, impactando a los niveles de inflación y afectando sobremanera a los sectores más desprotegidos de la sociedad, lo cual señala que el panorama es oscuro para este inicio del 2017, reconocieron académicos del Departamento de Economía de la Universidad de Sonora.

german-palafoxGermán Palafox Moyers señaló que ante la flexibilización y liberación del mercado de combustibles en este inicio de año, la sociedad mexicana -especialmente la economía familiar- resiente con fuerte impacto la plena y total aplicación del modelo neoliberal impulsado por los expresidentes Carlos Salinas, fortalecido por Fox-Calderón y concluido por el actual mandatario, Enrique Peña Nieto.

Reiteró que el proceso de transición de la apertura del mercado de combustibles a los mercados internacionales, sin duda le pega fuertemente a la economía familiar de un sector importante de la población en México, y que hoy los precios de los bienes básicos dependerán, por un lado, de internacionales de referencia (gasolina y gas), del tipo de cambio y del Impuesto Especial de Producción y Servicios, determinado por la Secretaría de Hacienda.

Desafortunadamente, añadió, los precios internacionales del petróleo y la gasolina van a la alza y pueden durar algunos años, al igual que el precio del gas, expresó tras señalar que la tendencia es que nuestra moneda se deprecie aún más, y como estamos importando casi el 50% de la gasolina, nos saldrá más caro porque el dólar se está encareciendo y la tendencia es que se vaya al alza.

 

Marchas y protestas

rafael-castilloAl igual que Rafael Castillo Esquer, coordinador del Centro de Asesoría Financiera y Emprendimiento Social (CAFES), coincidió en que las marchas, protestas y toma de casetas por parte de los ciudadanos son importantes para desahogar la indignación y la impotencia, pero sobre todo porque son una forma de expresar que no están de acuerdo con los incrementos en los precios de la gasolina. Sin embargo, advirtió que esa estrategia de ninguna manera va a lograr que el Secretario de Hacienda dé marcha atrás con el gasolinazo.

“Una de las características del modelo neoliberal es la insensibilidad social y política ante las demandas ciudadanas, por ello se argumenta que las marchas y movilizaciones por sí solas no tumbarán el gasolinazo: se requiere un programa de resistencia ciudadana de mediano plazo con diversas acciones, y que contenga la configuración de un nuevo acuerdo político. el cual permita la construcción de un gobierno que respete la institucionalidad democrática y sepa escuchar las peticiones de la población”, afirmó.

 

Medida en mal momento

Rafael Castillo Esquer advirtió que el problema de la gasolina es viejo, y el gobierno lo agudizó en los últimos cuatro años, cuando aumentaron el impuesto para obtener mayores ingresos públicos, pero que esto no tiene vuelta de hoja. “El asunto es el momento en que lo hicieron, ya que si primero hubieran tenido la capacidad de crear la infraestructura para mantener la reserva suficiente, el precio no hubiese sido tan alto”. Ahora, señaló, es necesario cuidar que no se abuse en los precios de la canasta básica.

Hoy se vive un problema fuerte que forzará a no crecer este año -al menos del 2%, y la inflación se va a ir hasta el 5%-, pero ahora con el componente que le va a pegar a los alimentos básicos. La perspectiva es que tendremos un año con menor crecimiento. producto de este desajuste, reiteró.

A su vez, Francisco Vargas Serrano también lamentó que el gobierno haya liberado los precios de la gasolina a partir del primero de enero, anunciando incrementos de hasta el 20%.

“Este cambio de política de precios en la gasolina, añadió, se asocia a la llamada reforma energética, que se aprobó en la cámara en 2014”. En teoría, dijo, la incorporación de otros distribuidores de gasolina incrementaría la competencia y bajarían los precios. “Sin embargo, como México importa la gasolina, los precios tienen un referente internacional, y si a lo anterior se añade la devaluación de la moneda, los costos de la gasolina medidos en pesos, son mayores”.

En resumidas cuentas, planteó, esto es consecuencia de estrategias de desarrollo que involucran al capital extranjero como protagónico del proceso de reforma energética, y que una opción alternativa, acorde con el interés nacional, sería que México tuviera mayor presencia de refinerías, para no depender del extranjero en la importación de gasolina.

“Sin embargo, esta alternativa implicaría otra coalición de fuerzas políticas en la cámara que le diera un vuelco a la estrategia dominante actual, que es proinversión extranjera. Por lo pronto, las consecuencias no se harán esperar, los costos de producción se incrementan, los productores trasladarán éstos a los precios y terminarán pagando quienes tienen un ingreso fijo: los asalariados”, indicó.

Promesa incumplida

Por su parte, Miguel Ángel Vázquez Ruiz, coordinador del Posgrado en Integración Económica de esta casa de estudios, puntualizó en que ya se esperaba una situación complicada por la propuesta presupuestal hecha con los criterios de política económica y la situación internacional: había un ambiente complicado para el aspecto económico. Pero, advirtió, lo que no se sabía a ciencia cierta era cómo venían estas variables relacionadas con el petróleo y en general los energéticos.

miguel-angel-vazquez“Una liberación que se venía, pero la mayoría de la gente pensaba que esa estrategia era para que bajaran su precio -es lo que se nos dijo-; o al menos que no hubiese incrementos, de acuerdo a la promesa presidencial y de distintas dependencias”.

Opinó que siente que este asunto se complica mucho porque se trata de costos que están relacionados prácticamente con todas las cadenas de la economía: transporte de carga, de persona, gas, negocios, casas habitación y, en general, la canasta básica, y pareciera que se “esmeraron” en pegar en este punto, además de la fecha en la cual se hizo, lo que augura un año muy complicado.

Asimismo, mencionó que los negocios que venden bienes de servicio de consumo ya incrementaron precios. aun siendo productos almacenados; “hay un componente inercial muy fuerte y esto le pega al tipo de cambio peso-dólar, tasa de interés”. Además, dijo tener la impresión de que con todas estas movilizaciones que se dan en el país, donde los actores políticos de partidos y gobernadores cuestionan, le da la impresión de que podría hacerse un replanteamiento.

“No sé si en un recorte presupuestal, o algo en lo fiscal, para meterle al menos un matiz a la cuestión de los energéticos y que la gente sea escuchada. No lo veo tan sencillo como para que se empecinen en seguir adelante”, concluyó.

 

 

 


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