miércoles, abril 17, 2024
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Espejo desenterrado: Mundo al revés… pero en burro

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Por Karla Valenzuela
Cuando yo estaba en la primaria (sí, puede usted deducir mi edad),  en el libro de texto venía un cuento tradicional titulado “El señor, el niño y el burro”… y trataba, simplemente de cómo influyen en nuestro andar los juicios que la gente, cercana o lejana –más a menudo la lejana– sobre lo que hacemos o dejamos de hacer.

El relato termina con un “¿ya ves, hijo? No hay que hacer mucho caso de lo que diga la gente”.

fabula

Y vaya que ese cuento no pierde vigencia. Yo me topé con él a principios de los 80, cuando todavía ni se pensaba en el monstruo de las redes sociales, pero ahora, vaya que todo el mundo puede decir –desde su espacio– lo que le plazca y podemos o no estar de acuerdo, pero por ambas cosas –porque se está o no de acuerdo– los comentarios, las fotos y los videos se hacen, como dicen los cibernautas, “virales” y entonces se convierten garrafalmente en noticia, de tal forma que la información que verdaderamente debería importarnos, pasa a segundo término.  En estos tiempos, si no está en redes carece de relevancia casi cualquier cosa.

Así, como dijera mi amigo Javier Corona, “vivimos hoy en un mundo al revés”, donde una mujer ebria que ofrece dinero a policías después de ser detenida es tan comentada en sitios que se vuelve candidata a recibir contratos millonarios; o una policía comete una arbitrariedad a bordo de una patrulla y nos reímos de que ahora ya tenga “trabajo”, pero de su perfil como policía, de los que decidieron reclutarla como elemento policiaco, nada se dice.

Decimos todo y cualquier cosa y nos reímos de lo miserable que a veces puede ser la vida, y no hablamos de los triunfos, de las cosas que de verdad importan, como el hecho de que una niña haya ganado un concurso internacional de matemáticas; a decir verdad, el caso comenzó a importan sólo cuando se hizo una campaña también en redes sociales… y así, ahora es la Lady Matemáticas.

De todos modos, a pesar de resaltar una cosa positiva, no faltó quien dijera que es cuestión de pose hablar ahora de la niña eminencia de los números, pues “poco sabe la gente de mate, y sí mucho de Julión Álvarez”.

Como ven, a nadie se le da gusto en todo y nadie tiene nunca la verdad completa. La clave es utilizar las redes para informarnos y para crearnos una idea de cómo está la vida actualmente, sin que esto afecte nuestro caminar.  La clave es no perder de vista que hay que complementar las redes con la lectura, con buenos hábitos. Al final, cada quien decide si se sube al burro o no.

 

 

*Karla Valenzuela es escritora y periodista. Es Licenciada en Letras Hispánicas y se ha especializado en Literatura Hispanoamericana. Actualmente, se dedica también a proyectos publicitarios.


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