Diputados se disfrazan de maestros para educar al “Bronco”
Por: L.A.E. Jesús M. Corona M.*
En una nota difundida por la Agencia Reforma nos dan a conocer que el diputado priista del Congreso del Estado de Nuevo León, Eugenio Montiel, presentó una iniciativa que modifica las artículos 1,3,7 y 9 de la Ley para la promoción de valores y cultura de la legalidad, con la idea de ponerle un freno al lenguaje “tipo bronco” en el que abundan las palabras altisonantes y con el que suele expresarse el gobernador Jaime Rodríguez Calderón, y para reforzar su petición presentó un audio de un discurso que el gobernador de Nuevo León dio el 26 de enero en la escuela Matías Garza en Juárez, donde utilizó palabras como “huevoneen” y “chinga”.
“Por eso presentamos una reforma para establecer que todo servidor público debe hacer uso correcto del lenguaje en actos oficiales”, agregó el diputado, “Lo que que queremos es que le de vergüenza al gobernador por estar haciendo mal uso del lenguaje y que sean los ciudadanos quienes lo exhiban”
Al enterarse de la propuesta, el famoso “Bronco” con mucha cachaza dijo que los diputados pierden su tiempo, porque nació hablando de esa forma y morirá haciéndolo así.
“Me parece bien que modifiquen la ley”, añadió luego de asegurar que no la vetará, “se las voy a publicar hecho madre”.
“Grosería es que los diputados no avancen en las otras leyes”, dijo el mandatario.
¿Qué opinan ustedes de las preocupaciones que les quitan el sueño a los bizarros legisladores de Nuevo León? Son dignos de un estudio psicológico profundo con tests de capacidad mental para llegar a entender por qué en el orden de prioridades le asignan un primerísimo lugar a tratar de domar al Bronco, censurándole su lenguaje folclórico que es inherente a su personalidad y que lo pone al nivel del populacho, captando sus simpatías que, finalmente le dieron su voto para llegar hasta la gubernatura estatal.
Qué pronto se les olvidó la desfachatez con que se conducía el primer presidente de oposición que tuvimos y que además no se cuidaba de disimular en lo más mínimo su escasa cultura (acuérdense cuando cínicamente declaró que el no leía ni el periódico), sus expresiones de lenguaje verbal y corporal no conocían límites y a lo largo de su sexenio varió muy poco su comportamiento. Por eso algún malaleche lo bautizó como “El alto vacío”…
Hay que recordar que también al flamante diputado Roque Villanueva, quien para celebrar la modificación del IVA que nos “mayoritiaron “ el PRI y los partidos morralla (Verde y Alianza). Eufórico como si hubiera salvado la patria, nos obsequió aquella joyita de vulgaridad que pasó a la historia como “La Roqueseñal”, entonces ninguno de sus compinches se sintió ofendido.
No sólo eso, como el sistema sabe agradecer la lealtad y los méritos logrados en sus cargos, fiel a su política de que todos sirven para todo, rescató de la “Renata” (Reserva Nacional de Talentos) al buen Roque y le asignó la Subsecretaría de Población y Asuntos Religiosos de la SG en una clara de muestra de que les vale la opinión pública y su religiosidad, faltándole el respeto a todas las iglesias de México con ese personaje.
El caso es que habiendo un asunto de suma gravedad que tendrían que estar estudiando, analizando y buscando solución, parece no preocuparles absolutamente nada. Me estoy refiriendo a la “bronca” heredada a Rodríguez Calderón generada por los Medina (padre e hijo) que dejaron temblando al erario con una mayúscula deuda pública cercana a los cien mil millones de pesos. ¿Que pretenden los congresistas de Nuevo León?, ¿le están apostando al olvido y a la escasa exigencia de justicia y presión de parte del pueblo hacia las autoridades responsables de vigilar y sancionar las malversaciones de los fondos públicos? Ellos deberían de actuar persiguiendo de oficio a estos depredadores de valores (materiales y éticos) que, sin cuidar las formas se olvidan de que fueron puestos para servir y no para servirse.
Así y sabedores de que gozan de total impunidad (que es más grave que la propia corrupción), actúan sin el menor recato o respeto ni a la legislación vigente, a sus superiores, equipo de trabajo o al mandante que es el pueblo.
Por lo que se ve nuestros representantes populares se sienten más cercanos y comprometidos con la élite del poder que con el pueblo que los eligió, y por ello actúan acatando el viejo adagio que dice “hoy por mí y mañana por ti”.
Pasamos de una “partidocracia” conformada por una runfla de vividores de la política y del erario público, a una “cleptocracia” que les ampara cual moderna patente de corso para practicar el peculado, pero en grande, porque mientras mayor sea este aumentará proporcionalmente la impunidad y de ello nos sobran ejemplos de casos diseminados por todos los puntos cardinales de nuestro país.
¿Hasta cuando? Despierta pueblo, y alza tu voz de protesta.
* L.A.E. Jesús Manuel Corona Martínez. Colaborador
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