lunes, abril 15, 2024
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Mamborock: Después de paralizarme reflexioné en el hecho de contar historias, entonces hice teatro

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Por Carlos Sánchez
Constantes. La prueba más irrefutable de la pasión que los posee: el teatro.

La propuesta de montaje escénico del Colectivo Independiente Punto Tres, (Pajarita, en un nudo de mariposas, Marie-Eve Hout, con traducción de Humberto Pérez Mortera y dirección de Rafael Evans) de ciudad Obregón, Sonora, es la elegida en el Programa Nacional de Teatro Escolar. Y tendrán la posibilidad de ofrecer sesenta funciones en nuestra región, para públicos específicos: niños y adolescentes, como lo establece la convocatoria.

No queda un lugar para la emoción. El júbilo son los ojos bien abiertos. La sonrisa sempiterna. Enterarse de la elección del proyecto que presentaron, fue un baldazo de agua que refresca, que abraza.




Rafael Evans, director de Colectivo Independiente Punto Tres, desde hace algunos años propone el teatro como una vía alterna para la formación de sociedades. Rescate de espacios, diversidad e inclusión. Decir y creer que el teatro es para todos, parecería ser su premisa toral.

Por eso un día las calles se llenan de teatro. Es la ciudad un pretexto para mostrar la poética escénica. O bien, otro día, la comunidad indígena yaqui recibe el talento del Colectivo. Y a trabajar para trastocar las vidas de quienes dicen sí a la propuesta de Evans y su equipo.

Los significados del hacer teatral se diversifican. Motivos hay muchos. Por eso el impulso, planificar y actuar. Rafael Evans tiene claro lo que quiere, lo que desea, lo que hace. Aquí lo dice:

–Rafael, ¿quedar seleccionado en el Programa Nacional de Teatro Escolar es la consecuencia del trabajo y la trayectoria de Colectivo Independiente Punto Tres?

–Ser seleccionado en este Programa es la consecuencia del trabajo del Colectivo, claro, pero también el resultado del arduo trabajo que otras agrupaciones sonorenses realizan por las jóvenes audiencias, pues nos han inspirado a crear, a jugar con niños y a proponer nuestra mirada, nuestro lenguaje en este proyecto.




–¿Cuáles fueron los criterios para la selección de la obra a montar, Pajarita, un nudo de mariposas?

–Han sido cinco años de mucho trabajo, cinco años en los que el Colectivo Independiente Punto Tres se ha convertido en una realidad. Y siempre he pensado que mis sueños nunca me traicionan porque yo nunca he traicionado a mis sueños, para lograrlo después de soñarlo, lo pienso, lo proyecto y lo hago. Soñar, atreverse y hacer son mis verbos favoritos. Después de lograr la realización de un montaje con niños de la comunidad yaqui, descubrí una gran simpatía por las jóvenes audiencias, su mirada honesta y el conocer sus voces directamente hasta conmoverme, entonces surgió un compromiso como creador y realizador.




Un día platicaba con los niños de la Bachia, Escuela de Teatro para Niños yaquis, entonces escuché el relato de uno de ellos, de cómo perdió a su padre, su concepción de la muerte, de la ausencia, pero sobre todo el dolor en silencio que guardaba bajo el brillo de sus ojos, y entonces soñé, y pensé en una obra con una fuerte carga emotiva, que nos hablara de la muerte o la ausencia, que continúan siendo temas tabú del que se prefiere no hablar, ni compartir con los demás, sobre todo si hablamos de pérdidas humanas producidas por un hecho violento del que se prefiere huir mediante el silencio y evitar, por miedo, enfrentarnos a estos cuestionamientos. Llegó entonces un texto que plantea cuestionamientos sobre la gente que amamos y ya no está, proponiendo un teatro como acto social que, para su desarrollo nos obliga a estar frente a frente con el otro, dialogando con responsabilidad en un discurso afín a esta época. Algo que nos revela preguntas, más no verdades, sobre los tiempos oscuros y complejos que todos en algún momento vivimos.

En Pajarita, un nudo de mariposas, existe un trasfondo poético, con palabras certeras para los jóvenes públicos, que fortalece el sentido de identidad, hablando con alguien de un suceso que duele en lo profundo y en donde los recuerdos que te habitaban se convierten en esa especie de veneno, que se vuelve tu propio antídoto, en un acto sencillo de comunicación, que fortalece nuevas comunidades.




–¿Por qué es importante que los niños, jóvenes, vean teatro? Obviamente a parte de la sociedad en general.

–Estoy completamente seguro que en los niños el teatro puede ayudar a entender el mundo en el que vivimos. Los puede ayudar a imaginar un mundo mejor y la imaginación construye ese puente entre la realidad y lo que quisiéramos que fuera, este año en especial me comprobó que las artes escénicas siempre ha sido esa gran arma de cohesión social que propicia el desarrollo de los pequeños a través de la comunicación, la paz y la solidaridad.

–¿Por qué decidir el teatro como una profesión?

–El teatro es el gran amor que tengo, es la relación más estable que he logrado, también me he enfermado de teatro, lo bueno que viene acompañado de la cura y el antídoto perfecto: el público. No sé cuánto tiempo llevo sumergido en este romance, seguramente estoy en esa etapa del enamoramiento en donde la segregación de dopamina hace de las suyas, donde me siento estable, comprendido, compatible y fiel. Tampoco recuerdo ya mi vida sin pensar en la actuación, en la creación, en la puesta en escena. Mi profesión me regala lujos, no riquezas, lujos emocionales, amor, amigos, aplausos. El teatro es un puente que construimos como artistas con la sociedad, un puente que nos permite permear la realidad en la que vivimos, ahí entre el conflicto el teatro llega a abrazarnos.




–Cuéntame del equipo humano con el que trabajas, ¿qué te aporta, qué les aprendes, quiénes son?

–Un día nos queremos, otro nos peleamos, después reímos, y casi todos los días estamos haciendo teatro, los otros días inventamos cualquier cosa para compartir desde el teatro. En ningún proyecto he estado sólo, desde los primeros pasos del colectivo conté siempre con personas con la camiseta bien puesta, con ganas de hacer que la escena aparezca, pero estoy completamente seguro que ahora, quiénes me acompañan en Pajarita, un nudo de mariposas son un manglar de colores, sabores y oficios que realmente provocan ese nudo de mariposas que todos los días disfruto. Primero una mujer arquitecto que también es actriz, y que paradójicamente es el “pocholo” de la casita de teatro (La que le sabe al desarmador, los cables, la máquina de soldar y la carpintería), ella Aranza Kawaminami interpreta a Amelie, el personaje principal de la historia. Juan Estrada, además de actor es diseñador de modas, quién confecciona los vestuarios del colectivo, el que elabora la utilería y quién alegra nuestros días con sus canciones y palabras tan extrañas. Daniel Iván Campos es actor, interpreta al padre de Amelie, y me da mucho gusto que esté en el Colectivo, es alguien con quién quería trabajar desde tiempo atrás, Daniel es un costal de frases, un gran imitador y con quién puedes hablar de cualquier tema durante horas. Me acompaña también Heben-Ezer, sí, así se llama, Heben-Ezer Bobadilla y es un chico estudiante de Gestión de las Artes, que está encargado de la promoción y difusión del proyecto. Gustavo Ballesteros, es nuestro gran técnico, quién siempre soluciona nuestros más grandes conflictos y quién me ha acompañado desde la fundación del colectivo en altas, bajas, y ahora en teatro escolar. Manuel Octavio Rodríguez y Jorge Sosa también son miembros de la agrupación, son los hermanos menores del grupo, pero de quiénes aprendemos todos los días. Neftalí Murillo es el diseñador del colectivo Independiente punto tres, Ramón Félix nuestro iluminador, gente en verdad con la que trabajar es agradable, un juego agradable.




–¿Este proyecto para Teatro Escolar puede ser tu reto más importante de estos años?

–El reto más importante de estos años, es sin duda hacer que en la región que habito el teatro deje de ser invisible en la sociedad, no hablo sólo de mi ciudad, hablo de un conjunto de ciudades, acá en el sur del estado de Sonora, el teatro ha llegado a un grado tal de invisibilidad que la sociedad termina por pensar que si un teatro se cierra o desaparece no pasa nada.

Teatro Escolar, es un reto, sí. Llevar teatro a Navojoa, Huatabampo, Guaymas, Hermosillo y Ciudad Obregón, es un compromiso y una responsabilidad. Habitar cada teatro, contar esta historia como principio de otras y promover en los niños el hábito de hacer visible al teatro, y aunque sé que los niños son completamente dependientes del emprendimiento social de las personas adultas de su comunidad para desarrollar sus capacidades, confío en el hecho de llevar a un lugar seguro y de fácil acceso, proyectos como Teatro Escolar que dignifican y resignifican el contexto que habitan.




–¿Cómo ves el teatro que se está haciendo en Sonora?

El teatro sonorense está en plena efervescencia. Me gusta la cantidad de movimientos, encuentros y festivales que se han gestado exitosamente, prueba de ello es el desarrollo de iniciativas como la de Teatro Breve Sonora, un proyecto que alienta la creación dramatúrgica y visibiliza también el trabajo de los directores y actores del estado. El trabajo de Andamios Teatro, con quién simpatizo profundamente en la autogestión, la independencia y el trabajo comunitario, además del festival Lunas de Urano que genera propuestas de reflexión y diálogo en torno a clásicos, el trabajo tan cercano que hacen con jóvenes audiencias y la cantidad de actividades que presentan en esa maravillosa casa de teatro. El nuevo espacio de Juílas Teatro y la maravillosa librería Paso de Gato que ya es una realidad en nuestro estado, son aportaciones muy importantes.

–¿Hay comunidad teatral, se fraterniza?

Sí la hay. Es muy fraternal, al ganar la convocatoria recibí una gran cantidad de llamadas y mensajes de felicitación, me sentí conmovido, feliz.




–¿Qué elementos deben contener en una obra para que te seduzca montarla?

–Me interesa la esencia, una obra que incomode, que me genere preguntas más que respuestas, que no busque resultados y promueva el foco en el proceso. Si el teatro no se representa no existe como teatro, existe como literatura. Si el autor no confronta lo que escribe de alguna manera no consigue saber si lo que está escribiendo funciona o no. Potencializar el discurso del autor, eso me gusta, testar mediante documentos, biografías y objetos la palabra del autor.

–Partiendo de la obra que montarás para Teatro Escolar, ¿cómo haces para que el dolor de la ausencia no te paralice?, esa ausencia como consecuencia de la violencia, de esas víctimas que cada vez son más y en todo el país.

–Una vez, una ausencia cercana me paralizó y dejé de hablar, como Amelie. Y es que la violencia es una bola de nieve que tenemos que detener. Que nos paraliza a todos. Después de paralizarme reflexioné en el hecho de contar historias, muchas historias. Entonces hice teatro.




 

http://mamborock.mx


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